Docencia y desarrollo profesional
63 DOCENCIA Y DESARROLLO PROFESIONAL: FUNDAMENTOS, DEBATES Y PERSPECTIVAS rectoras porque entienden que es un elemento que les permite validarse frente a los dem s y frente a sí mismas como capaces para el ejercicio de un rol de direcci n: “Lo que pasa es que el programa de formaci n, a mí lo que me dio fue seguridad porque me ayud a ponerle nombre a la teoría” (Entrevista a directora Nº10 de establecimiento municipal). Pero, además de seguridad, la adquisición de un título o un certificado de formación, a juicio de las entrevistadas, permite validar el conocimiento y la experiencia que tienen, y acreditar su trabajo frente a sus pares para postular a nuevos cargos: “Yo te podría decir que, de verdad, lo que he aprendido de investigaci n, lo he aprendido en la pr ctica. El magíster me ha servido para tener el currículum para postular” (Entrevista a directora Nº2 de establecimiento particular subvencionado). Del grupo de diez directoras en estudio, nueve tenían en su poder un título de magíster y todas coincidieron en que es una herramienta necesaria para validarse y para postular al cargo de direcci n. Tener el magíster te permite, de alguna manera, optar a alg n cargo. Yo podría haber optado antes al cargo de directora, pero no tenía un magíster entonces no tenía opciones. Tengo otra carrera que a lo mejor me hubiese ayudado a entrar, pero yo dije: “creo que todavía no estoy preparada para hacer el cambio de rol”. Terminé el magíster y dije: “ahora sí tengo la posibilidad de poder optar” (Entrevista a directora Nº6 de establecimiento municipal). Por otra parte, en los colegios subvencionados particulares, si bien también existen motivacio- nes personales para estudiar, suele haber una estructura institucional que potencia el perfec- cionamiento de las directoras a través de procesos formativos que suelen tener lugar cuando ya est n en el ejercicio del cargo o ad-portas de asumir, situaci n parecida a una “sucesi n planificada” (Bush, 2011). Necesitaba m s herramientas para realizar clases m s efectivas y empecé a meterme en el tema del currículum, pero, adem s, porque debo ser honesta, había un sacerdote de director en esa época y él, junto al director académico, me incentiv : “hay que seguir especializ ndose”, me decían. Yo también sentía la necesidad, en el sentido de que me daba cuenta de que tenía un cierto liderazgo dentro de mis colegas (Entrevista a directora Nº3 de establecimiento particular subvencionado). Esto puede deberse a que, en los colegios subvencionados particulares, a diferencia de los municipales o p blicos, existen menores requisitos y competitividad para la postulaci n al car- go (Weinstein y Muñoz, 2012), siendo cada institución o fundación privada la que define sus propios mecanismos de selecci n. El colegio se preocupa mucho por eso. A fin de año, uno postula y dice: “hermana, mire, ¿está la posibilidad?; ¿hay recursos o lo financiamos a medias?”. Algunos cursos fueron gestionados por el colegio y otros fueron gestionados por mí (Entrevista a directora Nº4 de establecimiento particular subvencionado). En cambio, en las escuelas municipales, la formaci n continua para prepararse para el cargo fue m s bien producto de las necesidades y ambiciones de las propias directoras, sin que exista un proceso definido desde la política pública para prepararlas para el cargo (sucesión planificada). Debido a ello, cada directora construye su trayectoria formativa según sus propias necesidades, habitualmente en diferentes establecimientos. Las cinco directoras de establecimientos municipalizados realizaron sus perfeccionamientos con anterioridad a asumir el cargo de direcci n, estando en diferentes establecimientos edu-
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