Docencia y desarrollo profesional

108 DOCENCIA Y DESARROLLO PROFESIONAL: FUNDAMENTOS, DEBATES Y PERSPECTIVAS (Solar y Deulofeu, 2016) que consiste en un trabajo de seminario con docentes en ejercicio que, luego de tres sesiones de trabajo, aplican sus conocimientos en aulas y graban las clases. Luego, dedican 5 sesiones de seminario a autoanalizarse junto con sus colegas para ver cu les fueron sus aciertos y errores en el aula, en este caso, referidos a la contingencia y argumenta- ci n en clases de matem ticas. En ese escenario, se comparten las labores de an lisis entre colegas. Otro ejemplo lo encontramos en la investigaci n de Valdivia (2013). Luego de recolectar mate- riales de aprendizajes de los estudiantes y de la producci n de nanometrajes, la investigadora promovi talleres de discusi n y an lisis de los resultados de forma colaborativa. Esto permiti crear “un espacio de reflexión y aprendizaje situado sobre lo que hacen los adolescentes y c mo ocurre el aprendizaje” (Informe Final N°11130640, p.7). Finalmente, la participaci n de actores tiende a disminuir en la redacci n de artículos, infor- mes o seminarios (Duarte, 2013). Sin embargo, sí se identificaron casos en que esto ocurrió. El ejemplo m s claro aparece en la investigaci n de Forno (2012) en donde, luego de observa- ron los dispositivos curriculares implementados por educadoras tradicionales, desarrollaron un ejercicio de “Transmutaci n textual” que consistía en “procesos de selecci n conjunta de fragmentos significativos, extraídos de las entrevistas y procesos de co-construcción de nue - vas textualidades que denominamos ‘poemas-entrevista’” (Informe Final N°1121024, p.3). Este ejercicio permiti una devoluci n y re-apropiaci n de los resultados de la investigaci n a través de formatos culturales y simb licos. Como narran lvarez-Santullano y Forno (2017): En nuestra experiencia, hemos corroborado que los poemas son textos atractivamente legibles para las(os) dem s educadoras(es). Cada vez que ellas o nosotros mismos leemos ante otros estos poemas, estos se performativizan, ocurre algo nuevo: el texto vuelve a ser dispositivo a través del que se reconoce un(a) sí mismo(a) docente mapuche de esta escuela ajena, se actualiza la emoci n y se intelectualiza la posici n docente de las educadoras (p.24). Otro caso destacado es el de la investigación de Ibáñez (2011) en donde en el documento final que sugería las bases curriculares para una educaci n intercultural aparecen como coautores las familias mapuche y aymara que estuvieron involucradas en la investigaci n, especialmente en los talleres de co-construcción que definieron prioridades de contenidos. Esto constituye un ejercicio innovador, seg n indica la investigadora: Esta co-autoría constituye un logro que va m s all de los objetivos planteados y de lo proyectado inicialmente en el estudio, adem s de ser algo inédito, seg n nuestro conocimiento, por cuantoconstituyeun reconocimientop blico tantoa lo representativo del documento como a su pertinencia cultural (Informe Final N°1111030, p.6). Desafíos para fortalecer la participación en la investigación sobre desarrollo profesional docente Las investigaciones presentaron una diversidad de formatos utilizados para incorporar a los actores al trabajo de campo y a la comunicación de hallazgos, pero no fue posible identificar alguna incorporaci n de actores al momento del dise o. Esta diversidad vuelve a recordar que la participaci n corresponde a un proceso m s amplio que una técnica y que, por lo tanto, se debe ajustar a cada realidad particular de implementa- ci n. La revisi n de la participaci n de actores relevantes en las investigaciones seleccionadas permite identificar desafíos y recomendaciones para propiciar modelos de investigación i mbui- dos que analicen la participaci n de actores en sus dise os.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=