Trabajadores y trabajadoras de la salud y pandemia por COVID-19 en Chile

63 INFORME DE UNA INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA “...en nuestro caso, nosotros dividimos el CESFAM en dos líneas de funcionamiento, por un lado, están los sospechosos respiratorios, que mediante un tamizaje al ingreso eran segregados y los no respiratorios, entonces los pacientes con sospecha respiratoria, entraban a un box, nosotros entrabamos con los EPP (...) y cuando ese paciente salía (...) ese box era sanitizado y ese proceso era, en el fondo, un aseo clínico que lo hacía un TENS, el manejo de las pruebas era efectuado por TENS, eran retirados por TENS, eran acoplados en la sala de pruebas por un TENS, en eso no participaron los auxiliares de servicio, porque nos parecía que era una prestación profesionalizada, digamos, igual era justamente de disminuir esos riesgos…” (Hombre/Médico/APS). Esta capacidad de respuesta autónoma se dio especialmente en la atención primaria: “...la APS hemos estado dispuestos desde el primer día, donde yo trabajo el primer día cuando empezamos con los casos positivos (...) cambiamos todas las funciones de nuestros compañeros, adaptamos SAPUs respiratorios para hacer la separación, que la gente no se contagiaran más, inventamos…hemos inventado de todo, que en la gran mayoría de las comunas han inventado de todo como APS, a las pocas semanas , yo creo empezamos hacer la trazabilidad como se nos ocurrió hacer la trazabilidad, a tratar de educar a la gente de acuerdo a lo que nosotros tenemos como APS.” (Mujer/Asistente social/Dirigenta/APS). Los grupos focales evidencian que es en el nivel de la atención primaria donde se dieron más posibilidades para los trabajadores de participar en el diseño de su trabajo, en la defini - ción de los espacios y de los tiempos, lo que finalmente garantizó para los equipos mayores posibilidades para manejar el estrés y la ansiedad:

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