Alberto Minoletti: el vuelo de un grande

87 Alberto Minoletti | El vuelo de un grande sobre sus hijas, su familia, y aunque no compartió tanta información, se notaba muy orgulloso de ellas, de los caminos independientes que seguían, y de las familias que estaban formando. Una noche fuimos al mercado tradicional en Doha, el Souq Waqif, a cenar, donde atendían en carritos y uno después se sentaba en mesas comunes, al lado de gente local, o familias que vinieron de vacaciones desde Arabia Saudita. Después de comer, me pidió acompañarlo a buscar regalos para su señora y sus hijas. También me acuerdo que estuvo muy feliz de tener un yerno que se dedicaba a organizar viajes para observar aves en diferentes partes de Chile, porque además de ser psiquiatra, Dr. Minoletti era un aficionado de la ornitología. Durante los años, le mandé fotos de pájaros diferentes que vi por Chile o Estados Unidos, para ayudarme con su identificación, y él me mandó las fotos, de nivel profesional, que él mismo sacó en sus viajes. En ese entorno de un país tan diferente, ¿cómo crees que se sentía? Sé que, por su trabajo, él logró viajar a muchas partes, pero nuestro viaje era la primera vez, si no me equivoco, que iba a un país del medio oriente, con una sociedad donde hay muchísima riqueza por el petróleo, con tanto dinero que no sabían qué hacer; construían edificios lujosos, de cristal, simplemente para construir, sabiendo que no había población suficiente que podrán costear la compra de estos departamentos. Aunque hay muchos recursos económicos en Qatar, también se ven grandes diferencias sociales, especialmente porque llegan muchos migrantes, no musulmanes, que hacen los trabajos de menores ingresos, la mayoría como obreros de la construcción para estos edificios. Ellos viven en poblaciones, apartadas de la capital, y no tienen acceso al sistema de salud que nos trajeron para estudiar. Estas inequidades económicas y sociales nos recordaron a Chile, en muchos sentidos. Hablamos sobre las diferencias sociales y religiosas y también sobre los prejuicios y el estigma. Fue muy interesante, porque él nunca criticó. Él entendía las diferencias culturales y sobre todo la influencia del islam. Por ejemplo, los centros “comunitarios” tenían separados los lugares de la atención de hombres y mujeres, y estaban construidos en unos bunkers. Capítulo IV - Sara Schilling

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