Alberto Minoletti: el vuelo de un grande
64 Alberto Minoletti | El vuelo de un grande Leonor Cifuentes, abogada, titulada en la Universidad de Chile y actualmente Coordinadora de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Nacional de Protección de Derechos de las Personas con Enfermedades Mentales (CONAPREM), relata diversos episodios en los que en su vida laboral se encontró con el médico psiquiatra Alberto Minoletti. Recuerda que durante el año 2003 y hasta el 2007, él participaba como integrante del Consejo Directivo del entonces Fondo Nacional de la Discapacidad FONADIS. Estabamuy atento a las negociaciones que se realizaban en torno a la Convención sobreDerechos de las Personas conDiscapacidadde laOrganización de Naciones Unidas (ONU). La abogada, como parte del comité que elaboró la convención, tenía la misión de informar periódicamente los avances que iban alcanzándose en la ONU. Finalmente, y tras varios años, la convención fue suscrita en 2007 y ratificada en el año 2008 por nuestro país. Alberto Minoletti vivió el nuevo tratado de derechos humanos en favor de los derechos de las personas con discapacidad como la concreción de sus aspiraciones de respeto a la dignidad y derechos de las personas con discapacidad. En su memoria surgen los años 90’ cuando, dice, trabajó como abogada en el hospital deCopiapó y ocupó luego el cargo de jefa del Departamento Jurídico del Servicio de Salud regional. Por entonces su interés por los derechos humanos en el área de salud comenzaba recién a aparecer, pero, según piensa la profesional, fue Alberto Minoletti quien encarnó esta postura: el enfoque de derechos que había que aplicar tanto en las políticas públicas como en las prácticas médicas dirigidas hacia las personas con enfermedades mentales. “Amí me sorprendió su compromiso en favor de los derechos humanos de las personas con afecciones psíquicas, una población invisible dentro de la sociedad”, resalta. Uno de los grandes objetivos fue avanzar hacia una Ley de Salud Mental en Chile, uno de los pocos países que no contaba con esta legislación, y en ello puso un gran esfuerzo, lo que no alcanzó a lograr. Por ello, destaca la profesional, otra de sus iniciativas que apuntaban a este objetivo fue el Observatorio de Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad Mental organizado en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile. Allí se propuso avanzar hacia una ley de salud mental que garantice la igualdad de atención de la salud f ísica y mental y proteja los derechos de las personas con enfermedades o discapacidad mentales, adecuando nuestra normativa interna a las exigencias del nuevo Capítulo III - Leonor Cifuentes
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