Alberto Minoletti: el vuelo de un grande

30 Alberto Minoletti | El vuelo de un grande Narváez, gestora principal en el área de calidad del Departamento de Salud Mental, fue muy importante en mi relación con Chile por muchos años. ¿Cuándo f ue que se encontraron por última vez? Fui a una Escuela deVerano de la Escuela de SaludPública en el año 2012, cuando ya estaba él en la Universidad de Chile, para dar una conferencia sobre Salud Mental y Licencias Psiquiátricas en el trabajo. En ese seminario se analizaron formas para aumentar el bienestar de los trabajadores y la productividad de las empresas y contribuir a la formulación de políticas públicas sobre salud mental laboral en Chile y al Plan Nacional de Salud Mental. Allí el moderador era Alberto Minoletti, como Profesor de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina. ¿Cuál es a su juicio la mayor contribución que hizo Minoletti a la salud mental en Chile y el mundo? Su mayor contribución fue el desarrollo de un sistema de salud comunitaria a través de todo Chile. En mi opinión fue un gran modelo para otros países. Por esto organizaciones mundiales de salud comoOrganizaciónMundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, reconocieron su gran capacidad y fue invitado a varios congresos internacionales, a visitar otros países para compartir ese gran modelo. Este desarrollo y su liderazgo convierten a Alberto y a Chile en un referente en la salud mental comunitaria. ¿Cómo cree que debe ser recogido su legado por las f uturas generaciones? Su legado para las futuras generaciones es su gran ejemplo de dedicación al pueblo Chileno desde su aporte profesional respecto de cómo desarrollar con perseverancia programas nacionales con gran impacto en la población. Recordaré ami amigo y compañero profesional conmucho aprecio y respeto por su gran dedicación al servicio de los demás, en su éxito al haber sido un campeón de la salud mental en Chile y en su liderazgo dirigido a hacer lo mejor posible por su pueblo chileno, al desarrollar con perseverancia una infraestructura de salud Capítulo II - Edgardo Pérez