Arqueología de la región atacameña
40 RICARDO E. LATCHAM boca ancha y paredes ligeramente cóncavas . La decoración se limita a la mitad superior del vaso . Fig. 12 a. Vaso en forma de embudo, con base redonda que impide que se pare. La decoración consta de dos fajas sepa- radas por una línea gruesa. En la superior, se ha ll a una serie de figuras b lancas escaleradas, alternadamente invertidas, se- paradas por líneas negras y di vid ida en su base por otra línea corta . La faja inferior consiste de una serie de gancho~ .ne- gros, trabados, sobre fondo blanco. Ambas fajas están cerra- das por líneas grUf'sas negras , la de arr iba orillada de blanco. El enlucido fIue sirve de fondo para la decoración es de rojo obscuro. Fig. 12 b. Vaso parecido en su forma a l anterior, sólo tiene la ba~e plana. E l color d el fondo y lc:s usados en la decora- ción son iguales. Las figuras son geométricas y compuestas de escalones negros, cuadrados y triángul os blancos. E l cam- po decorado está cerrado arriba por una banda negra y abajo por una faja de triángulos alternados, negrQs los de arriba y blancos los de abajo. Esta faja se cierra a su vez en la parte inferior por una línea negra y otra blanca. Fig. 13 c. Taza de boca ancha y paredes cóncavas, de color rojo obscuro bruñido. La parte superior lleva una faj a: deco- rada de escalones negros bordeados de blanco. Estos moti- vos se repiten alrededor del vaso. Arriba y abajo, la faja se encierra en (re líneas horizon tales. Fig. 13 d. Taza algo parecida en su forma a la anteri or, pero un poco más a lta y las paredes casi rectas. La mi tad superior lleva como deco ración cinco escalones de tres gradas alternadas COIl cinco figuras en forma de Z cuyas extremida- des terminan en pequeñas escalas. Los escalones negros lle- van en el centro un círcul o blanco y son bordeados del mismo color. Las figuras en forma de Z son b lancas. Toda la faja está encerrada entre líneas horizontales negras. Más abajo, separada de la faja por un a línea blanca hay una hilera d e triángulos negros. Estas úl timas dos piezas son bastante parecidas a otras dos que reprodujimos en un trabajo anterior (1), procedente una de Pan de Azúcar, en el extremo norte d e la provincia de Ata- cama y la otra de Peña Blanca cerca del puerto de Huasco, como igualmente a las que presenta Uhl e en la Lám. XIV, F igs. 3 y 4 de su Arqueolog1a de Arica y Tacna. (1) Las illflutl1cias de la cultura de Tiahuanaco en lo antiguo alfarería dio- gtdta. por Ricardo E. Latcham. «Revista Universitaria. Año XlI. N,o 3. San- tiago. 1927.
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