Arqueología de la región atacameña

ARQUEOLOGÍA DE LA REGlÓN ATACA~JEÑA 317 ción se han encontrado en cantidades, tanto en la región ata- cameña como en la diaguita. Al hablar de los objetos de metal derivados del cobre, ha lla- dos en la región atacameña, sean éstos de fabricación loca l o como es pasible para cierta proponl,ión de ellos, importad os de la región diaguita, en vista de los anális~s que se conocen, pode- mos suponer que la mayoría de e llos t ienen cierta proporción de estaño, agregado voluntariamente. Por consigu ien te, en vez de considerarlos como objetos de cobre, hablaremos de ellos como útiles de bronce. S i empl eamos este término, no es en el sen tido preciso con que se emplea para hablar de los bronces del ant iguo mundo , es decir, con un pnrcentaje mínimo de 10% de estaño. Lo que denominamos bronces en la región andi na, son aq uellos metales a base de cobre que contengan cua lqui era proporción de estaño. ClNCEl.ES De los übjetos de bronce ha ll ados en la región atacameña, los más numerosos son indudabl.emen te los cinceles. Casi no hay parte donde se haya hecho excavaciones en cemen terios pertenecientes a las épocas atacameñas y chincha - atacameña, en que no han aparecido útijes de esta clase. Es probable que los -más antiguos sean de cobre sin estaño, pero el estado de n uestl'Os conocimientos no nos permite asegurarlo. Algunos pocos cinceles de la época epigonal se han ha ll ado, pero éstos parecen ser de cobre pu ro y tienen un a forma a lgo distinta a los posteriores, en que son más cortos, con la punta cor tante más altcha y con el filo en forma de med ia lun a . E n ei Museo Nacional de Chile, hay dos de este tipo hallados en San Pedro de Atacama . Los ot ros tipos, mucho más comunes, son más largos y más angostos, con el fifo me.nos arq ueado. En el l\Iu- seo hay una larga serie, doce de los cua les fueron hallados en Caldera, seis en T a ltal, cuatro en Paposo y <itros en diferentes partes del territorio . F ig. 138, 1 a 7. P 1NZAS Otro objeto de cobre o de bronce que se encuentra con bas- tante frecuencia son las pinzas depilatorias. En el Museo Nacional hay numerosas, de siete tipos diferentes (Fig. 139, 1 a 7) . Son fundidas en un a sola pieza, con los extremos igua- les, doblados en arco por el centro. Así dobladas, varían en longitud entre 4 y 7 cm. En los extremos se ensanchan en forma rectangular, semi lunar o circul ar y tienen una anchura

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