Arqueología de la región atacameña
ARQUEOLOGÍA DE LA REGlÓN ATACAMEÑA 30Y les, brazaletes, pi/lcetas depilatorias, brazales, anillos, dijes de uso personal, tokis o hachas de mano, un disco con graba- dos en relieve y algunas piezas no descriptas aun. No faltan espátulas, agujas, .torteras, bolas, cetros, empuñaduras o ma- noplas, placas frontales (cailles) y tantanes o campanas. ' Llama la atención el alto porcentaje de estaño en algunos de estos bronces. Cuatro piezas analizadas dieron respecti- vamente: 22,40, 55,6, 30,15 Y 17%. En otras cinco piezas la proporción era más normal y dió: 9,45, 5,6,3,9, 10,15 Y 7,1%. «Algunas piezas no dieron sino cobre casi puro, 99,75%. ' Todos los objetos de cobre y de bronce descubiertos en La Paya son de los mismos tipos que los hallados en la región dia- guita, argentina y chilena con mucho mayor frecuencia que en el territorio propiamente atacameño. Estimamos por lo tanto que dicho:; objetos se deben a influencias de la cultura chincha- diaguita y e.I hallazgo ocasional de tipos iguales más al norte, como también en la costa del Pacínco, indica una extensión de las mismas influencias. En nuestro concepto, tampoco cabe duda de que todos estos artefactos pertenezcan a la época de las influencias de la cultura chincha, como se prueba tam- bién por la decoración de la cerámica hallada en las mismas sepulturas. Eran relativamente pocos los objetos de metal encontrados por Debenedetti en -La Isla> de Tilcara: un tumi, cuatro cam- panillitas de bronce y vein ticinco adornos de oro, todos des- cubiertos en la misma sepultura. Entre los objetos de oro había una cinta de 65 cm. de largo por 2 de ancho, seis cam- panilli tas, dos pequeñas llamas en lámina y una serie de lami- nitas delgadas con pequeñas perforacion~s para poderlas suje- tar a los vestidos. Otras dos llamitas de oro se hallaron en Juella. En el trabajo de Ambrosetti sobre El Bronce en la Re~i'¡n G.alclzaquí encon tramos mención de algunas piezas de este metal halladas dentro de la región de las influencias atacame- ñas, aunque es probable que se deben más bien a influencias calchaquíes o diaguitas. Por ejemplo, reproduce en la Fig. 16 un hachuela o azuela enhastada, hallada por Uhle en Taranto, cerca de Casabindo y ahora en el Museo Etnográfico de Ber- lín, dos tumis, procedentes de una sepultura de la bahía de Chacota, cerca de Arica. En Taranto, Uhle halló también un brazalete todavía colocado en el brazo de una momia. En Tilcara se descubrió una pieza que Ambrosetti llama placa pectoral, en Jujuy, sin indicación de localidad precisa, un tantán o cencerro, en Casabindo una placa discoidal con dibujo de sapo en relieve, en el Río Negro, cerca del mismo lugar, una
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