Arqueología de la región atacameña
AROU)WLOGíA DE t .A REGlÓ ATACAMEÑA 307 cuenta en su folleto sobre La edad del bronce en América del Sur, 1922 . Creemos por vari os motivos, que los objetos de metal ,de Talta l se deben más bien a importaciones di agui tas venidas del sur y no a influencias atacameñas ll egadas del norte. o creemos que los objetos de metal hall ados en Tal tal fuesen fun- didos allí mismo, porque no se han encontrado en la vecindad vestigios de minas, de hornillos, de escorias, ni de moldes que indicaran semejante elaboración. T ambi én es curioso · notar que en la región del Loa, donde se sabe que trabajaban minas los indios en tiempos prehispá- nicos, y donde se han ha ll ado restos de hu airas y. de moldes, son escasos los artefactos de bronce y los que se encuentran son en su mayoría de tipos igua les a los usados en épocas ante- riores, siendo pocos los que demuestran las formas tan comu - nes en la costa y en la región di agui ta. De todos modos, los resultados de los análisis son parecidos en ambos casos De los seis objetos de Taltal, tres no tenían estaño y los otros tres tenían respectivamente 0,92, 1,03 Y 10,74%. Lo ql,le parece desprenderse de estos análi sis es que los meta- lu rgos de entonces no usaban un a proporción fija en la elabo- ración' de sus bronces y que solamente en la fabricación de algunos obj etos usaban un a a leación con estaño. Fuera de los objetos de bronce y de cobre procedentes de Talla l, existen en el Museo Nacional de Chi le un número considerable de artefactos del mi smo metal, hallados en diver- sas partes de la región atacameiia y diaguita. En las colec- ciones recogidas por Uh le en Calama y ahora depositadas en el Museo. Hi stórico tambi én hay un número red ucido de pie- zas de bronce. Afortunadamente hemos podido estudi ar una cantidad ma- yor en colecciones particul a res. Así, por ejemplo, en la co- lección del Dr. Otto Aichel, ahora en el Museo de Kiel, ha- bía t res cencerros (Nos. 3078, 79 y 80), cinco campan illi tas (Nos. 3073 a 3077), dos manoplas (Nos. 3067 y 68), varios cuchill os o t umis, aretes y otros objetos . Todos éstos se halla- ron en Antofagasta. E n la colección del Dr. Holz, hallada en Obispito, había dos cencerros, dos manoplas, un a campa- nilli ta, un brazalete, dos t umi s y un d isco. En otra colección , perteneciente a don Armando Rivera, de Copiapó, además de una larga serie de objetos de cobre y bronce recogidos en la provincia de Atacama, había otros tan- tos hall ados en diferentes localid ades de los contornos del Salar de Atacama y de San Pedro de Atacama . Entre ellos había
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