Arqueología de la región atacameña
ARQUEOLOGL<\ DE LA REGlÓN ATACAMEÑA 30j de aquella época más conocidas eran las de Chuquicamata, San Bartolo, Toconao y San Antoni o de los Cobres. Los auto- res argentinos incluyen las min as de los Cobres entre las de la región de los ca1chaquíes, pero, est imamos que correspon- den a terri torio atacameño, a un cuando mucho del cob re ela- borado a llí , puede haber sido utilizado por los calchaq uíes, quienes eran sus vecinos hacia el sur. En Ch.i le, los objetos de metal se han encontrado en mayor abundancia en la región de la costa, especia lmente en T ongoy, La Serena, Caldera, Taltal, Paposo, Antofagasta y Cobi ja. En el interior, los pun tos donde los ha ll azgos han sido más frecuentes son: San Pedro de Atacama, Chiu - Chiu y Calama, cerca de las minas de Ch uquicamata y San Bartolo. T am- bién se han encontrado en otras loca li dadES, pero no en abun- dancia. Las hachas, cin celes, azuelas, punzones, an illos y ot.ros objetos de adorno se encuentran por toda la región, pero otros, que esti mamos de origen diagui ta, como las placas, discos, manoplas, campani ll as, cencerros y cetros, hasta ahora sólo se han encontrado en la costa y muy pocos en el in terior. Caldera, en el extremo norte de la región diaguita o como se podría decir con igual propiedad, el extremo sur de la región atacameña, f'lIé indudablemente el centro de donde se efect uó la dispersión de aquellos objetos que consideramos típica- mente diaguitas. Con toda probabilidad dichos objetos eran artícu los de comercio y así se explica su dispersión por el ca- mino de la costa, al parecer, el más traficado en t iempos a nte- riores a la ocupación de la zona por los incas en el reinado de Tupac Yupanqui. Nuestras investigaciones en la región atacameña nos ense- . ñan que la metalurgia se practicaba durante la época ataca- meña de Uhl e, pero que su principal desarrolio no t uvo lugar sino en la época siguieJlte, la chincha - atacameña. E n las sépul t uras anteriores no se ha ll a ninguno de aquellos artefac- tos que consideramos di agui tas, mientras que, en la costa a lo menos, dichos objetos son frecuentes en los cementerios correspond ien tes al segundo período. El estudio de los hallazgos hechos en la región diagui ta- argentina y chilena - confirma esta hipótesis. Los _pocos objetos de cobre encontrados en sepulturas de mayor edad son todos de tipos conocidos en los altiplanos de Bolivia desde la época epigonal de Tiah uanaco, y solamente después del impul so dado a la cultura por las influencias chinchas, comenzó a des- arroll arse una verdadera metalurgia diagui ta, cuyos produc- tos se diferenciaron de todos los conocidos en el continente.
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