Arqueología de la región atacameña
• 248 RICARDO E. LATCIfAM misma decoración. El cántaro de Tacna, reproducido por Uhle en la Lám. XXIII, Fig. 1 de su obra, está adornado del mismo motivo. En el l\fuseo Nacional de Chile, además de los vasos men- cionados. hay cuatro o cinco más de diferentes partes de la región, adornados de 1II1 modo igual. Encontramos el mismo motivo en la alfarería de - La Isla> de Tilcara, en i\[orohuasi y sobre todo en La Paya. En la región diaguita - chilena y argentina, es también bastante común esta decoración de hileras de triángulos con volutas enlazadas. Metraux dedica varias páginas a seguir la exten- sión geográfica de este motivo, que reconoce ser uno de los más repartidos de la época chincha. (1) Dice, respecto de este motivo: «En resumen, el triángulo con voluta tiene una distribución casi ininterrumpida desde la costa norte del Perú hasta la provincia de San Juan en la Argentina y hasta Chile Cen tral. Al este se extiende hasta el Pi1comayo y la Que- brada de Humahuaca . . La importancia de este ornamento va en aumento a medi- da que uno lo sigue de sur a norte. En el país calchaquí está en el segundo plano y constituye un motivo accesorio; en La Paya gana en preponderancia y ésta se afirma en la Quebrada de Humahuaca y en la costa del Pacífico. En territorio chi- riguano en el alto Pi1comayo, triunfa. ' Otra vez encontramos el mismo dibujo en la fi gura antro- pomorfa procedente de la Quebrada de Camarones, provin- cia de Tarapacá. Fig. 101. Esta pieza es muy in teresan te y merece una descripción aparte . Tiene una altura de 23 cm. Representa una mujer sen tada con los brazos cruzados sobre el vi en tre y las piernas extendidas por delante. Vista por detrá~, lo que más ll ama la atención son las nalgas promin entes y bien modeladas. La cara está modelada en relieve y es típicamente atacameña, con los ojos alargados y semicerrados, la nariz prominente con grandes y abiertas ventanillas, boca asimétrica, apenas diseñada y orejas salIentes. Las largas cejas se unen sobre la nariz. El cabello baja en punta sopre la frente y cae en dos trenzas sobre los hombros hasta tocar los pechos desnudos apenas señalados. Al parecer, los brazos' que se dibujaban en relieve, deben haberse hecho aparte y pegado después al cuerpo, porque uno se ha desprendido enteramente y el otro en la mitad inferior. La superficie del vaso, debajo de las partes donde e taban pegados los brazos, queda completa- (1) E/udes ~I" I~ cit<ilisatiQ" des ¡'Idi~ns C¡'iri,uanos. Ob. cit. pp. 414 a 419
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