Arqueología de la región atacameña

242 RICARDO E. t..A'l'C¡¡A~t conjun to. producen un arte especial, a la vez diferente, pero con un a ire ele familia con el chi leno que no se puede negar . Para convencerse de esto, basta comparar las Figs. 126a. 131 , 138, 13Q, 152 , 162a, 170, 179, 199 , 202, 206, 209 a 214, de la obra de Ambroselti sobre La Paya, donde todos los vasos cit ado: ostentan, al lado de e l emento~ locales, otros com unes I'n la a lfarería chincha - alacame¡la . Cosa parecida sucede con las piezas provenientes de la Isla dc Ti lcara, presentada por Del.enedelli. I ~ntre és tas ~(' pueden , itar las que se presentan en las F igs. 48, 49, 51, 52a, 54.73 a 79, 1 a 86, 103 a 108,113 a 115, 120,12'1,160, 163, 166 a 16') y lit. En todos estos vasos los motivo. son nela- ml'n te ch incha - atacamcño , a un cuando !'n muchos casos la pjeclIción ha sufri dlJ modificaciones localf'3 y a veces se com- binan con otrO>'; elf'mentos extraños. I::stas influencias se C'\ti ~nden ademáE, al territorio de los chi riguanos. Llamamos la aten,ión hacia este hecho a l revi- sar la ob ra de Outes, y, se hace más patente aun , bi se estudia la obra de :\'Ietraux (1), y se cotejan sus hermosas láminas. I';ste aulor dedica 47 páginas a la cerámica actual de este pue- hlo y encuentra que las inAucnciaschinchas en el arte decora- liv(} persi ten hasta ahora. En la pág. 403, después de pasar en rev ista las op ini ones de t lhle que acabamos de reprod ucir y las nuestras propias, agre~a' . En las pá[{inas siguientes, tra- tar(' de demostrar que la cerámica chiriguana presenta carac- ¡eres que nos obligan a colocarla entre el número de las que parccen haher sentido las inAu('ncias de la civi li zación chincha- atacameña. -Au n si la hipótesi s de la existencia de una culLUra cbi ncba- atacameDa debiera rechazarse algún día, no es menos cierto que en un momento dacio, las tribus prehistóricas de la región de Alacama, de la CO~la septent rional de Chil e, del sur del Perll y de Bolivia, del norte y noreste de la Argenti na, han estado unidas por estrechas relaciones que explican los nume- rosos puntos de contacto de su cul tura... . . A la zona dI.' in Auencia ch in cha - alaca111eña pertenece precisamente la cul- tura de los pueblos andinos Chin cha y Humahuaca que los chir ignanos y sus prc'decesor1O's arall'ak tuvieron durante sig los de vecinos. ' Otro agregado que deLemos hae'er a las observaciones de l ' hl c, se refiere a uno de los moti\'os más empleados en la d~­ coral'i6n c\P f'Rta ppor<'T. en todo e1 norte y centro de Chile. Es (1 ) Eludes sur la civilizatiou dn f ndiens Clúr ;' gllG1ws. par Alfred Mv.TRAV., Rpt" del 11l stitlllo 11, Etnología le la Ihtú,ers idtJd Nacional de 1'ucmIJlÍlI. TnmC'l 1. Enlre~a 3.' pp. 295-4Q3. Tucumán, 1930.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=