Arqueología de la región atacameña
ARQUEOLOGÍA DE LA REGIÓN ATACAMEÑA 235 .-------------------------------------- y siete figuras en el texto: pudimos ver con seguridad que nuestras suposiciones y las afirmaciones de Uhle tenían ya base segura. La cultura atacameña en general, debido al impulso que recibió de las nuevas influencias, recobró mayor vitalidad y en todas sus manifeslaciones se hizo sentir en regiones peri- féricas donde no alcanzaba en la época anterior. Así es que, en esle período, sus influencias se esparcieron de una manera más gerteral por la costa del Pacífico hasta Caldera en el sur, a la Puna de Jujuy y el norte del valle de Calchaquí por el orien te, a los valles subandinos de Tarapacá y hasta los al ti- planos de Bolivia meridional. Por esto tenía razón Boman al atribuir en gran parte a los alacameños la cultura que halló en el extremo noroeste argen- tino y si creyó que dicho pueblo habitaba toda la región, su error era muy ju&tificable y fácil de explicar. Pero las influencias chinchas que hicieron cambiar radical- mente los motivos decorativos de la alfarería de los atacame- ños, tuvieron efectos mucho más extensos. Pasaron como una ola, no sólo sobre la cultura atacameña, sino también sobre todas las culturas vecinas. Modificaron de una manera distinta, pero igualmente notable, la alfarería diaguita de am- bos lados de los Andes, penetrando hasta Chile Central y ~[endoza. Se hicieron sentir en la Quebrada de Humahuaca desde donde filtraron hasta la región de los chiriguanos, donde sus motivos y formas persisten hasta hoy en la cerámica de dicho pueblo. En 1928, llamamos ' la atención hacia este hecho (1) y es- cribimos: <Un examen de la alfarería diaguita - argentina demuestra que las in f1uencias chinchas y chincha - atacameñas eran exce- sivamen te comunes en el arte del noroeste argentino, repro- duciéndose todos los dibujos que hemos mencionado, solos o en combinación con otros locales. Dichas influencias se ex- tendieron hasta el sureste y aun el noreste de Bolivia, como se comprueba por trabajos que describen las antigüedades de aquellas regiones. En las decoraciones de la alfarería actual de los chiriguanos, persisten muchos de los mismos elementos, como se nota al hojear el trabajo de Félix F. Outes, titulado: La CerlÍmica Chiriguana. Planchas 1 y 11 y figuras 21, 23, 24, 25 Y 26. Las investigaciones de Erland von Nordenskiold en la provincia de Sara, del noreste de Bolivia, nos enseñan (1) ' Las influencb.s Chinchas en la alfarería indígena de. Chile y la Argen· tina' . p. 20 Y 21. Anales de la Sor. Cie1Jt:fi ca Argenti1w. Tomo CIV. Buenos Aires. 1928.
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