Arqueología de la región atacameña

230 RICARDO E. LATCIIAM >La ornamentación de los j arros g randes es siempre igua l . en sus dos lados y consisle además d e dos mitades simétricas en cada uno de ellos . . Ti ene por eso cierta semejanza con la decoración de las camisas, muchas de las cuales, como por ejempl o, las de los tiahuanaqueños del valle de Ica ostentan también li stone~ anchos de figuras escalerarl as en sus do~ la- dos . (1) Hay que suponer , pues, que la ornamen tación de los jarros g.-andes pretende imitar los dibujos de una camisa en la persona represen lada por el vaso . •La forma más típica, com{ln y constante en el período es la de los j arro~ grandes . Las otras forma s se han hallado más aisladamen te. > Con la mnyor parle de las ob~ervac i o nes de Uhle estamos de acuerdo, pero merecen a lgunos repa ros, por cuanto, en su ob ra, estudia una zona restrin gida . Desde el a ño 1921 acá, se ha hecho una se ri e de investigacion es nuevas en la reg ión de los atacameños, con el resultado de que en la actualidad, el número de piezas conocidas de e.sta cerámica se ha aumen - tado gra nrlemen te y ' u reparti ción ha sido mejor estudiada. En primer lugar, el est il o de decoración se extiende por el sur del Ppr(l hasta Arequipa y Moliendo, como había supuesto Uhle, sin teller pruebas concretas. Estas ahora las podemos proporcionar No(denskiold , en su obra De Sydamerikanska Indianerna~ K ulturhistoria, Figs. 6 y 140 presen ta dos jarros con decora- ción típica del eSt il o que estudiamos. Ambos son de Moliendo y casi idént.i cos en forma y decoración a otro que reproduce Uhl e en su trabajo Las Relaciones Prehistórica.l entre el Perú y' la Argentina, Figs. 11 y 12 , págs. 21 y 22 , cuyo tipo dice que ~e ex tendía en el pe ríodo dp Tiahuanaco hasta la región de 110 y Arequipa. (2) En ell\1 useo ~acional de Chil e, hay una se rie de estos vasos, ingresarlos en el año lR75 , y rotulados Arequipa, Moquehua y otro de Sama, obsequiado por el Sr. Francisco San Román. E n nuest ra colección parti cu lar tenemos otro hallarlo en Iqui- (1) Romall en una de las pinturas rupestres que reproducc de la Puna de Juju)" ( Pucará dl' Rinconada) demuestra que las camisas dI.! los siete homb res de la hilera superior, llevan triángulos csca lcrados el1 línea oblicua, que forman un e lemento const.ante en la decoración atacameña. Antiquités. Ob. cit. lám' LXI )' fig. 146 p. 665. Tomo 11. ) (2) No nos parece que estos jarros sean del período df? Tiahuanaco, au n- que :;;u decoración se haya derivado de la de aque lla ~poca. perdurando en la zona hasta la época átacameña. porque hrlllos desenterrado otros parecidos de sepu lturas de indudable origen at.'lcameño en Calama y Chiu· Chiu. E~ cierto qne cuando Uhlp escribió ésto ( 1912) todavía nI) había hecho sus es tudi os en el norte de Chil e y no pudo saber q lle allí encontraría una cultura que le daría la <'lave de e!l-te y muchos otros pun tos entonces obscuros.

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