Arqueología de la región atacameña

218 RICARDO E. LATCHAM El otro, que también ll eva su fiador, t iene la mi sma forma, pero interior y exte riormente ostenta un sobretejido de la na, hecha de la mi sma manera como el tejido de los capachos, con alma o urdimbre de fibras vegetales . También tiene bonitos dibujos escalonados en rojo y negro sobre fondo crema. Fig. 8 l. Ambos fueron encontrados en el cementerio poniente y por tanto pertenecen al período atacameño ind ígena. No conocemos otros gorros de este mismo tipo. PORTAIJARPOJ'lES E l Museo Nacional de Chile posee dos ap~ratos hechos de fibras de cortadera, oescubiertos en excavaciones efectua¿as en La Lisera, ·un poco a l sur de Arica. .' Estos aparatos son únicos. No los habíamos visto antes, ni fi guran en ningun a publi cación de que tenemos conoci - mi en to. A no ser que un o de ell os ll evaba una ,erie completa de ocho cabezas de ha rpón, no hahríamos adi v in ado el emp leo que pudiesen habe r tenido. Fig. 82. T ienen un largo de 35 cm. y un ancho en los ext remos de 16 cm. , siendo un poco más angostos en el cent ro. Son hechos de un tejido doble. Entre los dos tejidos se han dejado cier- tos espacios de 14 cm. de la rgo, separados por costuras hechas de la na azul , como dedos largos de gua n tes, cuatro en cada lado. En un o de ell os iban embu t idas las ocho cabezas de ha rpón , de unos 2S cm. de largo cada una . Por el centro del aparato, cruzaba n vari::¡s costuras de lanas de diferentes colo- res forma ndo dibuj os geométricos, que a la vez adorn aban y afianzaban el tejido . . E l otro, hecho de id énti ca manera estaba vacío. Las cabezas de ha rpón eran de palo redondeado a cortes disparejos y bastante tosco, con una per foración en un extremo en el cua l iba embutioo el pedúnculo de una punta de peder- nal rudamen te labrada, pegada con un a especie de mástica. Los . palos, algo delgazad os en el extremo opuesto a la punta de pedernal , eran pintados de rojo. Estas cabezas de harp6n, a su vez se embutían en un asta algo más gruesa y como de un metro de largo. Iban afianzadas las cabezas a las astas por un largo co rreón hecho de tripas. Al hacer bl anco, la cabeza se desprendía del asta, la que servía en seguida de fl o- tador e indi caba por sus movimi entos en el agua, la posición de la presa. Aunque no hall amos astas junt.as a las cabezas, harpones enteros con cabezas igual es, existentes en el Museo, nos indican la manera cómo se enhastaban.

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