Arqueología de la región atacameña

ARQUEOLOGÍA DE LA REGIÓN ATACAMEÑA 213 de 5 mm. más o menos de diámetro, que forma de un solo re- corrido, la pared o mejor dicho el esqueleto de la vasija. Se dispone este cordón de tal manera que forma espirales, cuyo diámetro aumenta o disminuye según el desarrollo o las nece- sidades del objeto que se confecciona. •Se yuxtaponen y fijan estos espirales por medio de una fibra delgada que se va añadiendo, según las necesidades del tejido y de los colores del dibujo que se modela en la vasija. • L1amamos a esta fibra que sostiene el cordón de la aduja, da forma al cesto y reproduce los motivos decorativos, fibra de enlace. •Se la tiñe a veces, a trechos, de rojo y negro, según los ma- tices que se desea dar al motivo decorativo del tiesto . . • Para la ejecució!1 de un cesto en aduja se traspasa la cuer- da más corta del cabo cilíndrico inicial del cordón con csta fibra, que debe ser, por lo demás, delgada, flexible y resisten- te, valiéndose de un punzón de hueso, cobre o aguja de este metal o de madera . •Se dirige . el instrumento de abajo hacia arriba y adelante, atravesando la cuerda distal del cordón en su punto vecino a la superficie medial del trozo que ya puesto a su lado, se va a fijar, envolviéndolo y formándole una lazada que recorre toda la circunferencia para volver a traspasar la espiral del . cabo de origen al lado derccho de la última puntada . Se procede sí hasta terminar el cesto. Estas puntadas que son siempre verticales, se hacen también a veces oblicuas, dando así al tiesto una estructura especial. • . 1\1 uchos de los canastos atacameños son, como dice Oyar- zún, decorados con dibujos en colores, rectilíneos y general- mente de formas geométricas - escalones, triángulos. cruces. etc., y a veces figuras de hombres y animales estilizadas y ajustadas a las necesidades de la técnica seguida . En las figuras 75, 76, 77 y 78 reproducimos los dibujos de algunos de los cestos existen tes en el Museo Nacional de Chile. El tra- bajo del Dr. Oyarzón presenta otros doce ejemplares hallados por Uhle en Calama. Hablando de la decoración de estos cestos, cscribe: cA la perfección técnica ha agregado el aborigen los dibu- jos de los ornamentos de su cultura, valiéndose de los colores con oue ha teñido las fibras de enlace. •si con'sideramos que esta fibra sin teñir es de color ebúrneo- amarill ento, tenemos que, juntándose este color con el negro y el rojo en un solo tiesto, se obt!cne un dibujo de un aspecto original y hermoso . • Por lo demás, los platos y vasos tejidos en aduja se pre-

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