Arqueología de la región atacameña

RICARDO É.- tAfcJ.tAM pirograbados alternan con motivos incisos. Es tal vez la misma cosa para las calabazas de la región andina. A juzgar por las excelentes fotografías que Boman nos da y por el ejem- plar del valle de Calchaquí que aquí publico, es error de ese sabio considerarlas como enteramente pirograbadas. Cuando un Chiriguano hace con incisiones de su cuchillo un dibujo en una calabaza, siempre tiene cuidado de rellenar los trazos gra- bados con cenizas para hacerlos resaltar. > Para resolver la duda expresada por Metraux, examinamos microscópicamente la colección de calabazas atacameñas exis- tente en el Museo Nacional de Chile. Descubrimos en pri- mer lugar que los dibujos eran totalmente pirograbados y que no existían incisiones fuera de las hechas con la punta empleada para el pirograbado. A la vez hallamos que la técnica em- pleada es algo diferente a lo que se ha imaginado. , Los dibu- jos no están hechos en una serie de líneas continuas y firmes, sino que, en muchos casos, los contornos de cada figura fueron primero trazados por una serie de puntitos quemados, como la clavadura de un alfiler. Estos puntitos distan de uno a dos milímetros uno de otro. Después de trazar el dibujo con estos puntitos, unían con líneas cortitas grabadas a fuego, el espacio entremedio. Así es que ninguna línea tenía un tra- zado de más de unos pocos milímetros (de 3 a 5) y por eso no había peligro de que se corriera el punzón usado para grabar- las. El color negro de las puntas y de las líneas era causado por el efecto de la quemadura y no por la aplicación de ceni- zas, pinturas u otra substancia colorante No encontramos indicios de incisiones con cuchillo u otra herramienta cortante, ni de líneas continuas hechas de otra manera que la descrita. En las hileras de pequeños triángulos que adornan los bordes de algunos dibujos , los puntitos quedan en el centro y las líneas cortitas que forman cada triángulo, eran trazadas a su con- torno. (1) Pero no en todas las calabazas encontramos este sistema de los puntitos. En algunos los dibujos se efectuaron por medio de líneas cortitas, de pocos milímetros, una en pos de otra y no siempre muy unidas. Se nota perfectamente con una lupa fuerte, la dirección en que se ha trazado cada pequeña línea, porque es más profunda la quemadura en el I?unto donde pri- mero se aplica el punzón y se debilita a su terminación. Con (1) En las fotografias de calabazas de Tastil y de Caiam3.. preRentad:l!l en la obra de Boman, se ve que en los ejemplares reproducidos se ha usado exaC- tamente el mismo método . Con una lupa sC-,Juede -distinguiT -los pMntitos y las líneas cortitas de que hemos hablado.

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