Arqueología de la región atacameña

ARQUEOLOGíA 'DE LA REGI6N ATACAMEÑA 1. 73 bitácea se conoci6 y se cultivó por los atacameños, a lo menos seis siglos antes de la llegada al Perú de los primeros conquis- tadores europeos. Todas estas calabazas pertenecen a la es pecie Lagennria vulgaris Seringe (l.). Otro punto interesante que, a nuestro saber, no se ha tratado de una manera eficiente es el sistema usado por los indios para pirograbar las calabazas. Muchos autores han hablado de las calabazas, pero, por lo general se han conformado con cons- tatar .el hecho de que algunas ostentan una decoraci6n piro- grabada. Lehmann - Nitsche se contenta con dec\r que eran <grabadas a fuego ». Ambrosetti emplea la mj¡,ma brevedad y dice únicamente que los indios. <se preocupaban de ornamen tarlos a fuego > sin agregar otro detalle. Boman es un poco más explícito y dice: - La fig. 84 enseña dos ejemplares graba- dos de ornamentos geométricos bastante complicad05. Es el pirograbado, como aquel practicado todavía por muchos pue- blos salvajes . Los trazados de las punta5 incandescentes empleadas para el grabado se ven netamente en la figura. > (T. 1, pág. 375.) Oyarzún 5e concreta a una suposici6n cuando observa- . Como los aborígenes de esos lugares trabajaron el cobre, no es difícil comprender que 5e valieron de punzones finos de ese metal para ejecutar bien delineados trabajos de ornamento. ' Puede 5er ,que tenga raz6n. Metraux,. al describir las calabazas de los chiriguanos actua- les, entra en más pormenores respecto del pirograbado: . EI segundo arte en que los Chiriguanos sobresalen es el del pirograbado y del grabado sobre las calabazas. Aunque la alfarería era una actividad esencialmente femenina, el piro- grabado era el recurso de los hombres. Nordenskiold cree, equivocadamente en mi concepto, que el pirograbado es de origen andino. Indica en apoyo de esta op;ni6n las ventajas que un conocimiento del metal ofrece a este arte. Sin em- " .bargo, las poblaciones del alto Xingu, donde las influencias andinas con seguridad nunca se han hecho sentir, tienen cala- bazas pirogra~adas, lo mismo que los Guat6 del alto Paraguay. El pirograbado se usa igualmente entre los indios de la Gua- yana, entre quienes uba acci6n de la civilizaci6n incásica es muy problemáti.ca. La distribuci6n del pirograbado demues- • tra por sí sola que no es necesario poseer objetos de metal para poder practicar esta técnica. «En casi todas las calabazas de mi colecci6n, los dibujos ( 1) LATc nAM, Ricardo E . : La Agri cultura P recolombia?1o en Chile y Poí ses VUi110S . Santiago, 1936.

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