Arqueología de la región atacameña
ARQUEOLOGÍA DE LA REGIÓN ATACAMEÑA 171 Calama> el Dr. Oyarzún describe y reproduce veinte de las calabazas decoradas, halladas por Uhle en ese lugar. En estas veinte decoraciones, no hay dos iguales, ni siquiera parecidas, comparándolas entre sí, y la mi sma cosa pasa cuan- do se las compara con las de otras partes, pero en (Te todas hay un aire de familia que las señala como pertenecientes' al mismo arte y al mismo estilo. Y ese arte y ese estilo no es por un momento dudoso Todos los motivos y su combinación indi- can la cultura chincha - atacameña. En las calabazas, los motivos y aun la manera de combinarlos son iguales a las que 5e hallan en la alfarería de la misma cultura. Encontramos las líneas en zig - zag, los triángulos, rombos, campos cuadriculados, los triángulos con ganchos o grecas anexas, las figuras escaleradas, con o sin greca, las figuras con hordes dentados, los ganchos curvos, las volutas, sencillas o dobles en forma de S, las cruces, los círculo~ con punto en el centro, las figuras que Uhle llama rosarios, que son serie~ de ' óvalos unidos que encierran otros más pequeños, fi guritas de hombres, animales y aves, etc., etc. Hemos dicho que estos dibujob son típicamente chincha- atacameños, pero hay algunos motivos y combinaciones que recuerdan más bien el arte chincha - diaguita , encontrándose figuras muy parecidas a las que se encuentran en el arte dia- guita del noroeste argentino y en el chileno. Entre éstos se pueden mencionar los rosarios que se asemejan a muchas figu- ras del estilo 'draconiano , la agrupación de cruces y círculos, más común en la fllfarería diaguita que en la atacameña, líneas paralelas de volutas dobles enganchadas unas con otras, mo- tivo comílll en muchas de las tazas de Coquimbo, figuras es- caleradas en forma de pirámides , llenas de puntitos y con cue- llos y cabezas de animales o aves anexas y sobre todo las figu- ras geométricas de serpientes de dos cabezas. Esta última figura reaparece en una calabaza de La Paya, presen tada por Ambrosetti en su obra (Tomo II, Fig. 287, pág. 523) Y se vuelve a encontrar como decoración de una cala- baza chiriguana reproducida por Erland Norden5kiold en «Indianer Leben >, Fig. 128, pág. 279. Es más común, sin embargo, en la alfarería diaguita, tanto argentina como chilena, en la cual asume diferentes formas. Dibujos casi iguales al que presenta Oyarzún en la calabaza de Calama, se encuentran en otro artículo del mismo autor, (1) en que reproduce una taza de greda decorada exteriormente --------------------------------_.----- (1) cCay·Cay y Ten· Tpn ' . por Dr . Aurpliano Oyarzúñ. Publicaciones del Museo de Etnología d. Chile. Tomo 11 . N.' 1. Santiago, 1920.
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