Arqueología de la región atacameña

ARQUEOLOGil\ DE LA REGIÓN AT\C\MEYA 17 raíces ni en SIl S prefijos o sufijos demuestran alguna semejanza las dos lenguas. Es posible cncontrar cn ambas regiones algu- nas denominaciones que se derivan de la lengua de la otra, pero esto se debe a influencias y contactos y se extiende tam- bién a las influencias culturales materiales, mucho más mar- cadas que las lingüísticas, como más adelante tendremos oca- sión de ver. Pero ta les denominaciones son tan pocas que no justifican una confusió)l de las lenguas por esta causa. Uhle, al comentar la hipótesis de Schuller, se muestra , hasta cierto pun to reservado al respecto, cuando dice: la argumen- tación de Schuller en favor de la identidad de los diaguitas y atacameños no pudo, por la debilidad de sus apoyos, conven- cer generalmente, y con determinación de algunos nombres basados en su idioma, de Tarapacá, Pisagua y Arica, poco al parecer se había avanzado a un en la historia de esas regio- nes. > (1) Los nombres a que se refiere Uhle son : Tacama, U!'mag.lma, Jainer, Livilcar, Ticnamar, Timar, Vitor, Panul, Paquica, Putana y Putani. Todos estos nombres son atacameños y con ellos Schuller <tuvo también la suerte de encon! rar impor- tantes pruebas que demostraban su extensión anterior hasta el extremo septentrional ele Ch ile. ' Era este descubrimiento de Srhuller qLe puso sobre la pista a Uhle, con el resultado que pudo señalar las migracionrs ele los atacameños al sur e1,,1 PerLJ y al oeste del altiplano uoli- viano, hecho en qllc-nadie se había percatado anteriormente. Queda por resolver otro problema. cEn qué época tU\'ie- ron lugar las migraciones hacia el norte, de que hablamos al principio de este capítulo' Un examen minucioso de todos los indicios resultantes ele las investi gaciones modernas, parece indicar que esa época debe relegarse a los primeros siglos de nuestra era, o quizá antes. Según Uhle, el pueblo que aportó la cultura que él designó con el nombre de Proto - Nazra, llegó a la costa del Perú, a más tardar a principios de la era cristiana. En su concepto, fué ésta la primera de las grandes ci\'ilizaciones que se estable- ció en terreno peruano . Seg-(1Il el mismo autor, se radiró en la costa, en 10 que es hoy el Departamento de lca, especial- mente en los valles de Chincha, Pi~co, lea, Palpa y Nazca. Aun cuando tenemos dudas respecto de la hirótesis de Uhle acerca de la procedencia centroamericana de dicha cultura y no podemos desentendernos de los desruhriJ"ient"0S ele Tf'lIo (1) F1tndam~ntos étnicos. Ob . cit. p . 15 . ARQUEOLOGíA 2

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