Arqueología de la región atacameña
16 RICARDO E. LATCHAM cache, Pácsar, Chécar, Sequitor, Coyo, Pocon che, T evinguicha , Silo, Quito, Cuchobrache. Se podría mul t iplicar las denominaciones geográficas de origen atacameño que se hallan en la región, porque casi no hay cerro, río, estero, quebrada, vega, vertiente, o salar que no t~nga un nombre d e esta derivación y los que hemos ano- tados son solamente los más conocidos. Ninguna otra zona dentro de la región en que fi g uran d enominaciones atacame- ñas puede demostrar semejante uniformidad y esto, a nuestrO . modo d e ver constituye un motivo poderoso para pensar que aquí debe haberse iniciado y deparrollado su vida d e nación y s1.\ cultura. Desgraciadamente, por el momento , no es posi- ble apoyar, esta hipótesis con hechos arqueológicos concluyen- tes , por no ha berse hecho en la zona Investigaciones de seme- jante naturaleza. Artefactos que d emuestran influencias de la cultura de Tiahuanaco se han halIado en San Pedro de Ata- cama y en Chiu - Chiu, pero se han encontrado iguales en , otras partes del territorio ocupado por los atacameños y nada nos sirven para resolver cuestiones d e orígenes. La lingüística tampoco arroja ninguna luz sobre este pro- . blema. 'Cierto es que se ha conservado un vocabulario de unas '1,100 voces (1), además de un número considerabÍe d e apelIidos y nombres geográficos, pero hasta a hora no se ha podido coordinar la kunza (nombre indígena de la lengua ha- blada por ' los likan - antai o atacameños) con ningún otro idi9ma. Schuller, desarroll a ndo una opinión expresada por el sabio, Tschudi , trata de relacionar lo atacameños con los calchaquies ó diaguitas y dice a l respecto : 'valiéndonos de todos los elementos a nuestro alcance, demo~traremos la filia- ción lingüística de 105 Licanán!ai o atacameños, tribus que, a nuestro juicio, forman parte de aquellas gentes a qui enes las crónicas designa n con el nombre de colectivo de Diaguitas ,> (2) En otras p'artes de su obra vuelve a insist ir sobre esta hipótesis y al final declara categóricamente: .El paren teseo del ataca- meño co'n el diaguita - kaka (3) está comprobada hasta la evi- dencia. > Sin embargo, no estamos de acuerdo con la hipóte- sis de Schuller. Hemos revisado cuidadosamen te las la rgas li stas de apellidos y denominaciones geográficas de su libro , que proceden de la región diaguita (argentina y chilena) agrega- das a otras tantas reunidas por nosotros y los hemos cotejado con los de origen atacameño, sin encontrar el parentesco que Schu]Jer cree comprobado hasta la evidencia. Ni en sus , ' (1) Glosario. Ob. cito (2) Vocabularios" 1UteVOS materiales. etc. Ob. cit. (3) El nombre inrHgena de la lengua de los diaguitas era kak6.
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