Arqueología de la región atacameña

ARQUEOLOGfA DE LA REGIÓN ATACAMEÑA 137 tanilla de la nariz de otro, pero parece muy práctico para apo- yar el tubo sobre el polvo al absorberlo por la nariz, cerrán- dose al mismo tiempo la otra ventanilla con un dedo .• cEsto prepara la conclusión de que en el primer período el rapé se absorbía, adaptando a la ventanilla el tubo con su ex- tremo superior envuelto con hilo o engrosado por una cuenta de piedra y apoyando el inferior de corte oblicuo sobre el polvo. La falta de tabletas en este primer período, en el cementerio, parece probar que su uso en este tiempo todavía no se conó- da. ' (1) • El segundo tipo establecido por Uhle es parecido al ante- rior, sólo que, en vez de tener un corte oblicuo en su extremo inferior, tiene uno derecho, o sea perpendicular a su longitud. Considera que esta forma pertenece al período de Tiahuanaco y uno que se encontró en Pisagua iba acompañado de su res- pectiva tableta. Nosotros encontramos tres de estos tubos en San Pedro de Atacama, donde se han hallado igualmente varias tabletas del estilo de Tiahuanaco, como también en le cementerio de Chorrillos, de manera que el diagnóstico de Uhle es probablemente exacto. Supone que esta segunda forma corresponde a la «costumbre de soplar rapé a la venta- nilla de otro individuo. ' El tercer tipo, que parece haber pertenecido al período ata- cameño, forma una modificación del tipo anterior. El enro- llado de lana o de fibra se reemplaza por una boquilla de ma- dera, en la cual se embute el canuto de hueso que siempre lleva un corte derecho en su extremo inferior. Fig. 39. La boqui- lla hace más fácil la insuflación del rapé en nariz ajena. Al- . gunas veces el canuto de hueso se reemplaza por otro de caña o de madera, como uno que hallamos en Toconao y que existe en nuestra colección particular. El tercer tipo es más o menos común en toda la región atacameña chilena y acompañado en todas partes de las tabletas que hemos asignado a esta misma época y cultura. Pero continuaba el uso del segundo tipo, a la par de este nuevo, pues hemos encontrado los dos en las sepulturas más antiguas de Quillagua, pertenecien tes a la época atacameña indígena. A esta misma época pertenecen también otros tubos de caña, con o sin boquilla de madera, pero más gene- ralmente sin ella. Poseemos en el Museo Nacional t;eis de este tipo procedentes de Pisagua y nosotros hallamos otros tantos idénti cos en Quillagua. Sin embargo, la costumbre de tomar rapé no parece haberse (1) Los t"b"s r fabltfas. Ob. cit. p. 132.

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