Arqueología de la región atacameña
134 RICARDO E . LATCIIAM narices el sebil que es 'una fruta como vilca: hácenl.a polvo y bében la por las narices. ' Outes, quien hizo ciertas investigaciones respecto de ' cuál planta podría ser la llamada cebil creyó que posiblemente fu era otra plan ta que la Piptadenia litaCrocnrpa, por cuan to ésta no se ~ncuentra «ni esporádicamente en la provincia de C6i'doba, pues el habitat de aquel género a lcanza, a lo sumo , al sur de Tueumán y ciertos lugares del noroeste de Catamarca . Pero Sotelo Narváez agregaba en su interesante carta: «ques un a fru ta como vilca ',' dato complementario para poder 'determi - nar la especie vegetal cuyas semill as trituradas aspiraban los indígenas de Córdoba. Con efecto, refiriéndose a la vilca, uno de los más sabios cron istas de Indias, expresa que «produce unas vainas enj u tas como a lgarrobas, de una tercia de largo y dos oedos de ancho y en ell as unas pepitas del tamaño y del gadeza de medio real , la cáscara lisa, de un color leonado obscuro y muy delgada • . (1) Con este antecedente de impor- tancia , solicité los buenos consejos del DI'. Carlos Spegazzini, quien mé maFlifestó, que dada la descripción precisa y hasta meticulosa del padre Cobo, podía, sin reticencia a lguna, iden- tificar a la vilca peruana con la PiPtadenia macrocarpa. El hecho de usar los primitivos habitantes de Córdoba 'Ios frutos de aquel vegetal extraño a la región, demostrará, pues, que dichas agrupáciones indígenas mantenían relaciones comer- ciales - posiblemente simples intercambios - con los pue- blos limí trofes . «El polvo (>n cuestión habría sido, como en diversas regio~ nes de América el de otras especies de Piptadenia, un fuerte excita n te. . . Así, por ejemplo, en el siglo XVIII los Lules que vivían en las selvas chaq uenses observaban cierto ritual du rante el cua l los an('ianos se hacía n «Soplar f.on un canutillo en las narices los polvos de la semilta del árbol llamado «sevil . , que son' tan fuertes que les privan de jl/icio" , 2) . . E n 1898, Uhl e hizo un estudi o del uso del rapé entre los pueblos ant iguos y modernos de Sud América Demuestra que en la parte cen tra l y meridional del Perú y en Bolivia los ant iguos habitantes aspiraban el rapé hecho del polvo de Ta- baco (sairi) Las tribus actua les de los ríos Purus y Ucayalí como también los yamanaelis, ipurinasantis, chontaqu iros y conibos usan el polvo ele tabaco para el mismo propósito. 1\1u- (1) Bernabé Cono: lfi stor ia del l\'tteoo Mundo. T. r. Sev illa. 1890. (2) LO / AKO, P. Pedro. DeuripcitJu c/toro;;rlí phiro del ttrrcl1o, Ctc., C6rdoiJa 1733.
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