Arqueología de la región atacameña
ARQUEOLOGíA DE U REGI6N AtAc..ümÑA 131 davfa formaban parte del Bajo Perú, justificando así su cata- logación. , En 1931, el Dr. Aureliano Oyarzún publicó nuevamente diez de las tabletas señaladas yen parte reproducidas por Uh le, presentando fotografías de cuatro que )10 figuraban en las ilustraciones de este au tor. .(1) En los ' ' ' timos cinco años han ingresado al Museo Nacio- nal de Chi le, otra pequeña serie de tabletas, proceden tes en su mayor parte de nuestras excavaciones en Quillar-ua, Chiu - Chiu, Calama (Chorrillos) y San Pedro de Atacama. Con éstas, el número de tabletas de madera descritas o existentes en mu.seos sube a doscientos veintis6s. Por otra parte hemo~ podido cerciorarnos que los norteamericanos del minen)1 de Chuquicamata, que han saqueado los antiguos cementerios indígenas de Calama, Chiu - Chiu, San Pedro de Atacama, etc., han ll evado más de cien de dichas tabletas, algunas de lab cuales posiblemente figuran hoy en las colecciones de los mu- seos de su patria. Si examinamos ahora la procedencia de estas tabletas, ve- remos que con muy pocas excepciones, todas se han hallado qentro de . la región que asignamos a los antiguos atacamf'ños. La distribución geográfica es la sigui ente: Calama 63, Chiu - Chiu 69, San Pedro de Atacama 43, Pisagua 7, QlIilla¡tua 3, Antofagasta 6, Taltal 2, Tacna 2, Cobija 1, Papcso, 1 Caldc- ra 1, Toconao 1, o sea un total de 204 hallado en terri to rio chileno, sin contar las llevadas por los norteamericancs. En territorio a rgentino se han hallado 16 en La Paya , 3 en Jujuy, 1 en Quilmes y 2 en Calingasta (una de piedra), o sea un total de 22. , Posiblemente en los museos argentinos existen otra, que no han sido descri tas, por lo cual no los hemos poelido tomar en cuenta. De todas éstas, solamente las elos halladas en .CaI.ingasta y la ele Quilmes se encontraban en territorio in cuest io naQle- mente diaguita y aun con toda probabilidad la última fué lle- vada allí por los indios Quilmes, de extracción chilena. No incluímos en la categoría de diaguitas ni las halladas en J lIjUY ni las ha ll adas por Ambrosetti en La Paya, por razones que expondremos a continuación. . Respecto ele la Puna de Jujuy, compartimos la opinión de Boman y Uhle, de que se hallaba dentro de la zona de ¡as in- iiuen cias atacameñas. Su arqueología se relaciona mucho más con esta cultura que con la diaguita o calchaquí de más al (1) Las tabletas y los tubos p:H":'. preparar y aspirar la pari cú en Atacama. Ref}. ehil . de Bisl . 'Y Ceog. Tomo LXVIII. Santiap,Q. 1931.
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