Manejo fonoaudiológico de la persona con afasia
CAPITULO 13 / TRATAMIENTO BASADO EN ACTIVIDAD Y PARTICIPACIÓN 87 MANEJO FONOAUDIOLÓGICO DE LA PERSONA CON AFASIA cos e intrínsecos relacionados con el individuo que requie- re SCAA (Light & Mcnaughton, 2015). Existen múltiples tipos de SCAA que podemos elegir se- gún el perfil del sujeto y los costos financieros. Se pue- den clasificar en SCAA de alta tecnología, baja tecnología y aquellos que no utilizan tecnología (Brock et al ., 2017). De esta manera, podemos encontrar apoyos que van des- de tableros y cuadernos de comunicación, uso de gestos específicos, dispositivos generadores de habla o aquellos mediados por un software (como el C-SPEAK APHASIA) el que consiste en mejorar la expresión oral usando imáge- nes, texto y producción hablada sintetizada y que son par- te de cada mensaje de este programa (Helm-Estabrooks & Albert, 2005). • Terapia de acción visual (TAV) La TAV es un programa no verbal diseñado para trabajar con PcA con importantes dificultades para producir gestos representacionales, con el fin de que puedan alcanzar una comunicación funcional en los contextos y situaciones de la vida diaria. Este programa está formado por tres fases: TAV de la extremidad proximal, TAV de la extremidad distal y TAV oral, cada uno de los cuales está formado por una je- rarquía de pasos y niveles ordenados que la PcA debe eje- cutar en un continuo desde la tarea de emparejar objetos y dibujos -tarea más básica- hasta la tarea de auto iniciar gestos ante estímulos ocultos (Helm-Estabrooks & Albert, 2005). • Promoting Aphasia Communication Effectiveness (PACE) Tratamiento que ayuda a las PcA a mejorar sus habilidades comunicativas a través de modificaciones de la tradicional terapia de denominación por imágenes al que se le agrega elementos de la conversación cara a cara (Davis, 2005). El PACE está basado en cuatro principios: (a) participación equitativa en la conversación entre terapeuta y paciente, (b) intercambio de nueva información, en donde se inclu- yen la descripción de objetos, luego verbos y finalmente partes de una historia, (c) libertad de elegir la modalidad de comunicación (escritura, dibujo, lenguaje oral, signos, etc) y (d) feedback natural, en donde el receptor provee una retroalimentación inmediata para indicar si la idea central del mensaje fue entendida (Davis, 2005). • Aproximaciones que se enfocan en los compañeros de comunicación Los tratamientos enfocados en los compañeros de comu- nicación pueden enfocarse en la diada compuesta por la persona afectada y su acompañante o al compañero de comunicación por sí mismo (Simmons-Mackie et al ., 2010). Si bien pueden contener conductas tanto de consejería, educación y entrenamiento directo de la comunicación, es este último punto el que genera mayores cambios objeti- vables posterior a la terapia, por lo que se sugiere fuerte- mente conservarlo como objetivo clave (Simmons-Mackie et al ., 2010). En cuanto a la terapia comunicativa, por un lado el clíni- co puede enfocarse en reducir o detener la ocurrencia de ciertas conductas pedagógicas de los compañeros de comunicación que destacan la incompetencia lingüística de la PcA (Wilkinson et al ., 2011), ya que existe evidencia que al reducir dichas conductas, la comunicación de la PcA cambia incluso en aspectos lingüísticos no trabajados directamente en terapia (Wilkinson et al ., 2010). Por otro lado, también es importante la entrega de herramientas que pueden incluir la utilización de guiones conversacio- nales, estrategias verbales y no verbales, entre otras (Sim- mons-Mackie et al ., 2010). Efectividad de la terapia La forma de medir los resultados de esta terapia es múltiple y están fuertemente relacionadas con las formas de evalua- ción que maneje el clínico. Por ejemplo, se pueden apreciar subjetivamente cambios en la participación social luego de una intervención. Sin embargo, capturar esos resultados es complejo, ya que los aspectos psicosociales y de participación en situaciones comunicativas no suelen formar parte de una evaluación de afasia (Kagan et al ., 2008). Para abordar este problema y otros, surge una aproximación conceptual a la medición de resultados en el tratamiento de la afasia bajo el marco de la filosofía establecida por el LPAA llamado Living with Aphasia: Framework for Outcome Measure- ment (A-FROM). A diferencia de otros marcos de medición, el A-FROM toma en cuenta el impacto de la afasia en áreas de la vida del sujeto con afasia que ellos y sus familias conside- ran importantes (Kagan et al ., 2008). Sin embargo, no es un instrumento de medición en sí mismo, sino que una guía que permite al clínico seleccionar herramientas de medición apro- piadas para poder registrar cambios. Bajo este modelo, prue- bas como el Kentucky Aphasia Test (KATe) o la Western Aphasia Battery (WAB) son pertinentes de aplicar (Simmons-Mackie et al ., 2010). Proyecciones para futuras investigaciones La integración en la práctica clínica de los conceptos, ideas y modelos terapéuticos que se enfocan en Actividad y Participa- ción todavía se encuentra en desarrollo. Esto puede deberse a factores relacionados con varios aspectos que van desde la definición del rol del fonoaudiólogo en un contexto de reha- bilitación como las dificultades para medir los outcomes de estos programas terapéuticos. Una línea de trabajo que se vislumbra para ser abordada es lograr la incorporación de una serie de recursos terapéuticos a las canastas de prestaciones de diferentes servicios de sa- lud, por ejemplo, que se logre incorporar el concepto de “eva- luación comunicativa” a las prestaciones fonoaudiológicas en FONASA. Además, sería de gran relevancia en la clínica fonoaudiológi- ca crear o estandarizar evaluaciones de la comunicación que midan el desempeño desde la actividad y la participación y que se encuentren contextualizadas en nuestra realidad local, para lograr medir la eficacia de la terapia fonoaudiológica en las PcA en estos niveles.
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