Manejo fonoaudiológico de la persona con afasia

MANEJO FONOAUDIOLÓGICO DE LA PERSONA CON AFASIA 41 7 CONCEPTOS CLAVE • Existen diferentes marcos de referencia para la evalua- ción de la PcA, los cuales deben ser considerados por el clínico, buscando incorporar todos aquellos necesarios para una evaluación integral y centrado en la persona y su contexto. • La evaluación de las PcA tiene diferentes propósitos, los cuales deben ser incorporados no solo como una estra- tegia para determinar el diagnóstico o estado lingüísti- co-comunicativo de la persona, sino que además ha de entregar información sobre las fortalezas de la persona, las barreras y facilitadores de los contextos en los que participa y los resultados del tratamiento. • En nuestro país predominan los procedimientos basa- dos en el criterio clínico, como también las pautas de observación. Su fortaleza reside en la flexibilidad que otorgan al momento de determinar las capacidades funcionales de las PcA, adaptándose a las característi- cas particulares de cada una de ellas. • La CIF -y el modelo biopsicosocial- resulta un esquema adecuado para el establecimiento de un plan de eva- luación lingüístico-comunicativo en PcA. ¿Cómo citar este capítulo? APA Tobar-Fredes, R. & Toledo-Rodríguez, L. (2021). Considera- ciones Generales para la Evaluación de la Persona con Afa- sia. En Toledo-Rodríguez, L. & Tobar-Fredes, R. (Eds.), Ma- nejo Fonoaudiológico de la Persona con Afasia (pp. 41–48). Universidad de Chile. Vancouver Tobar-Fredes R, Toledo-Rodríguez L. Consideraciones Ge- nerales para la Evaluación de la Persona con Afasia. En: Toledo-Rodríguez L & Tobar-Fredes R, editores. Manejo Fonoaudiológico de la Persona con Afasia. Santiago: Uni- versidad de Chile; 2021. p. 41-48. CONSIDERACIONES GENERALES PARA LA EVALUACIÓN DE LA PERSONA CON AFASIA Rodrigo Tobar Fredes Lilian Toledo Rodríguez INTRODUCCIÓN El tratamiento de personas con trastorno del lenguaje de tipo afásico requiere y se basa en un exhaustivo proceso de evaluación, en el cual se busca recopliar toda aquella información -cualitativa y cuantitativa- necesaria para ca- racterizar el desempeño comunicativo de la persona. Para lo anterior, resulta siempre recomendable utilizar el mo- delo biopsicosocial y la CIF (OMS, 2001) como marco con- ceptual al momento de determinar las características del contexto socio-comunicativo de la PcA, sus limitaciones en la actividad, aquellas restricciones que dificultan su participación, y todos aquellos facilitadores y/o barreras que impactan en su capacidad funcional. La información resultante, en su conjunto, permitirá al clínico realizar to- das aquellas adaptaciones que sean necesarias durante el tratamiento, basándose en las características y nece- sidades particulares de cada persona y su entorno social (OMS, 2001). Para lo anterior, este proceso debe incluir procedimientos y herramientas que permitan: (1) establecer un diagnós- tico comunicativo, (2) describir y comprender el funcio- namiento de cada uno de los componentes del lenguaje, -como el de aquellas funciones relacionadas que poseen influencias positivas o negativas sobre el lenguaje-, (3) obtener información sobre la persona, sus personas signi- ficativas y redes de apoyo, (4) determinar las expectativas que posee la persona con afasia y sus personas significati- vas sobre la rehabilitación, (5) realizar una aproximación al pronóstico y, (6) fomentar instancias de psico-educación y counseling durante todo el proceso y especialmente en la entrega de los resultados de la evaluación (Holland & Nelson, 2014; Murray & Coppens, 2013). Respecto a los procedimientos, estos pueden ser clasifi- cados como formales o informales. Los procedimientos formales corresponden a la aplicación de alguna herra- mienta publicada que permita la valoración cuantitativa de la persona, las cuales varían en su extensión y ampli- tud -ej: baterías vs. tamizajes-, su propósito -ej: habilida- des lingüísticas vs. calidad de vida- y tipo de conclusio- nes clínicas que emergen de los resultados -ej: con uso de normas o según criterio- (Murray & Coppens, 2013). Mientras que, los procedimientos informales correspon- den a aquellos que incluyen la creación y manipulación de los estímulos con el propósito de fomentar decisiones clínicas que permitan responder las diferentes hipótesis que surgen durante la evaluación -ej: ¿la entrega de una ayuda fonémica facilita la denominación de la persona?- acercándose a formatos de evaluación claramente más funcionales (Kennedy, 2007; Murray & Coppens, 2013). Es

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