Manejo fonoaudiológico de la persona con afasia

CAPITULO 16 / USO DE SISTEMAS COMPUTACIONALES 107 MANEJO FONOAUDIOLÓGICO DE LA PERSONA CON AFASIA efecto sobre su relación con la comunidad en general produ- ciendo limitaciones en la participación (Davidson et al ., 2008). Otra forma de aumentar la socialización es a través de las po- sibilidades que nos ofrece Internet, tales como chats , correos, foros, comunidades virtuales, Facebook, Instagram , entre otros; no obstante, es un área que se encuentra en fases iniciales de exploración. En este contexto, surgieron proyectos que busca- ban explorar formas terapéuticas innovadoras centradas en el nivel de Participación, un ejemplo de esto es el Proyecto EVA - Evaluating the effects of a Virtual communication environment for people with Aphasia -, ( Project EVA Team, s. f .) corresponde a una iniciativa que busca explorar nuevos límites en relación a la participación social de PcA. Dicho proyecto, llevado a cabo en la University of London por un equipo multidisciplinario, destaca por relevar la participación de PcA en un entorno con- trolado. De este modo, el proyecto contempla como fuente para su realización la constitución de un mundo virtual online ( EVA Park ), cuya función fue entregar a PcA la oportunidad de practicar su comunicación oral y establecer conexiones socia- les, para lo cual, las PcA, son representados por avatares per- sonalizables y se comunican hablando entre sí. Al finalizar el proyecto, los investigadores observaron mejo- ras significativas en la confianza comunicativa de las PcA, así como la funcionalidad de su comunicación y la fluidez en no- minación. Por otro lado, la recuperación de palabras en una conversación o narración no presentó mayores variaciones, así como la sensación de aislamiento social. A pesar de lo an- terior, los participantes sintieron que el “ EVA Park ” entregaba oportunidades seguras e innovadoras para practicar tanto as- pectos lingüísticos como sociales. Este tipo de iniciativa presenta una serie de potencialidades para la rehabilitación de las PcA. Justamente, se destaca el permitir combinar los objetivos de los tres niveles de la CIF en una misma plataforma, los cuales se van utilizando según los requerimientos de las mismas PcA. También es importan- te destacar que se trata de un ambiente flexible que permi- te amoldarse a las diversas necesidades que pudiesen surgir, tanto del terapeuta como de las PcA, generando una cantidad infinita de alternativas para su uso. D. Factores contextuales El propósito de intervenir los factores externos es remover las barreras a la participación y proveer un contexto que fa- cilite la autonomía de la persona, su funcionalidad y bienes- tar (Simmons-Mackie & Kagan, 2007). Las intervenciones que consideran estos factores pueden enfocarse en el ambiente inmediato de la PcA o en su contexto más general, por ejem- plo, aumentar el acceso desde el punto de vista comunicativo a los cuidados de salud o buscar alternativas de empleos (Sim- mons-Mackie & Kagan, 2007). El informar a la población general y a las mismas PcA sobre la afasia es una de las tantas estrategias que pueden utilizarse para abordar las barreras anteriormente mencionadas. Existen en la web diversos sitios informativos sobre la afasia, sin em- bargo, su impacto es poco claro. No todas las PcA pueden ac- ceder a estos sitios y muchas veces no existe acuerdo entre los usuarios, los clínicos y los familiares sobre qué tipo de infor- mación deberían contener (van de Sandt-Koenderman, 2011). Proyecciones para futuras investigaciones En la actualidad, los sistemas computacionales son efectiva- mente usados en el tratamiento de la afasia, sin embargo su uso aún presenta diferentes brechas. Una de las principales dificultades que es importante abordar, es el acceso a la tecnología, entendiéndose esto como el costo asociado a su uso, la familiaridad y la comodidad de la PcA con ella. Algunos dispositivos como los smartphone presentan la gran ventaja de la portabilidad, pero su tamaño puede com- plicar su uso en aquellas personas con problemas visuales o de motricidad fina (Vaportzis et al ., 2017). Sumado a lo ante- rior, se debe considerar la alfabetización digital en un entorno social que hace uso extensivo de las TIC’s en forma creciente (Conard, 2019), las que consideran un dominio amplio de ha- bilidades, conocimientos y actitudes en el uso de diversos dis- positivos tecnológicos orientados a la comunicación y que en ocasiones, ya sea por razones socioeconómicas, psicosociales y especialmente culturales, no es posible introducir como una herramienta de apoyo (Travieso & Planella, 2008). La falta de acceso y de capacidad de uso de las TIC’s en las personas en situación de discapacidad, son factores que cau- san segregación e incluso exclusión en la sociedad del conoci- miento, conformando entonces una barrera que los ubica en una brecha digital (Flórez et al ., 2016). Los elementos expuestos anteriormente, fundamentan la im- portancia de realizar un trabajo al menos interdisciplinario, en donde cada uno, desde su visión, aporte en el diseño de una herramienta que cumpla con los requerimientos reales de cada persona adaptándose a sus necesidades y evitando que sea finalmente la PcA quien se adapte a su herramienta (Travieso & Planella, 2008). Por lo anterior, la inclusión de las personas afectadas en el diseño de estos sistemas es funda- mental, precisamente si queremos enfocarnos en su calidad de vida (Light & McNaughton, 2013). CONCLUSIONES Los procesos terapéuticos implicados en la rehabilitación de la PcA deben lograr incorporarse a su rutina cotidiana de ellos/ as. Hoy en día, la tecnología ha permeado gran parte de nues- tra cotidianidad, por lo que la rehabilitación no puede quedar ajena a los avances e impactos de este tipo de herramientas. Existen diversas formas de tecnologías orientadas a diferentes objetivos terapéuticos según la necesidad de cada PcA, abor- dando desde terapias enfocadas a la estructura lingüística como a aspectos más globales como la participación social. La incorporación de la tecnología en los procesos de reha- bilitación propone también un cambio del rol del terapeuta, abandonando en cierta medida su labor de “generador de ejercicios y actividades”, pasando a ser una especie de “direc- tor de orquesta”que administra y gestiona el uso de estas nue- vas herramientas. Este cambio de rol genera mayor espacio

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