Manejo fonoaudiológico de la persona con afasia
CAPITULO 16 / USO DE SISTEMAS COMPUTACIONALES 106 MANEJO FONOAUDIOLÓGICO DE LA PERSONA CON AFASIA el aumento de la autonomía y flexibilidad de sus propios ho- rarios, y la oportunidad de tipear en vez de escribir, en el caso que esta opción formase parte del programa. Ejemplos de aplicaciones enfocadas en el entrena- miento de funciones lingüísticas: • “Language Therapy” de Tactus Therapy • “Aphasia – Talk Around It” de Neuro Hero Ltda. ver- sión español • Naming Therapy de Tactus Therapy versión español • “Parrot Record Word” de Parrot Software versión es- pañol • “Constant Therapy” de Constant Therapy Health B. Actividad Existe una variedad de formas de clasificar los tratamientos para la afasia. Una de ellas diferencia los tratamientos enfo- cados en el déficit o alteración lingüística de aquellos deno- minados “funcionales”, los cuales corresponderían a aproxi- maciones terapéuticas que se relacionan con mayor fuerza a los niveles de Actividad y Participación de la CIF (Galletta & Barrett, 2014). En particular, el nivel de Actividad considera di- versas actividades de la vida diaria en las que se involucra un individuo y cómo una condición de salud puede llegar a afec- tarlas. Así algunas de las actividades cuyo desempeño puede verse alterado por la presencia de una afasia son, por ejemplo, hablar por teléfono, pedir indicaciones o contar una historia (Galletta & Barrett, 2014). El entrenamiento funcional en afasia comenzó su desarrollo en la década de los sesenta, momento en que se cambia el foco de atención de las terapias basadas en el entrenamiento del déficit a aquellas que consideran el desempeño comuni- cativo del individuo en actividades relevantes de la vida diaria (Simmons-Mackie & Kagan, 2007), tomando en cuenta el con- texto y ambiente en el que la comunicación ocurre (Galletta & Barrett, 2014). Este cambio de foco permite la incorporación de otras formas de comunicación que la facilitan en determi- nadas situaciones, las cuales pueden tomar la forma de “ayu- das verbales” como “no verbales”. Estas herramientas confor- man los Sistemas de Comunicación Aumentativa/Alternativa (SCAA). Uno de los mayores desafíos que plantea la implementación de una SCAA es la gran variabilidad de necesidades comuni- cativas existentes en un grupo de PcA, ya que no sólo existen diferencias en cuanto a las características del trastorno en sí, sino que se hacen presentes otras variables ambientales y per- sonales que hacen que cada caso sea único. En este escenario, se puede intuir que cualquier SCAA de alta tecnología debe tener como eje central la flexibilidad, y así poder configurarse de acuerdo a las necesidades puntuales de cada persona (van de Sandt-Koenderman, 2011). En la ac- tualidad existen software que cumplen este requisito: aplica- ciones en que la PcA puede ir modelando su SCAA utilizando sus propias fotos, videos y audio, pudiendo agruparlas para generar relatos e, incluso, enviarlas a través de mail, whatsapp , entre otros. Dichos programas existen en diversas plataformas tanto para computadores personales como smartphone , tanto de acceso libre como pagados (Shane et al ., 2012). El foco de las intervenciones que utilizan los SCAA, se encuen- tra en el favorecer las instancias comunicativas de las PcA, por esta razón se espera que estos programas puedan ser utiliza- dos más allá de la consulta fonoaudiológica y, de esta forma, generar un impacto en la calidad de vida del sujeto. De aquí surge otro aspecto muy importante a considerar cuando se quiere implementar este tipo de CAA: la familiaridad que pueda tener la PcA con dispositivos como los smartphone o el computador y, evidentemente, que dispongan de un disposi- tivo así (Davis & Copeland, 2006). La evidencia existente en cuanto al impacto del uso de este tipo de CAA apunta a que los mayores beneficios se alcanza- rían al utilizarlos principalmente como herramienta en el en- trenamiento de situaciones comunicativas específicas en una forma sistemática, ya que la adherencia al uso de este tipo de CAA no es tan buena (van de Sandt-Koenderman, 2011; Me- resca et al., 2020). Ejemplos de aplicaciones enfocadas en el nivel de Ac- tividad • “Pictodroid” de Accegal • “Plaphoon” de Projecte Fressa • “Conversation Therapy” de Tactus therapy C. Participación Es muy frecuente confundir los niveles de Actividad y Parti- cipación, sin embargo aluden a aspectos diferentes. “Partici- pación” es una actividad con un significado y relevancia para la persona que la realiza (Munk & Harrison, 2010). Más que considerar sólo el acto de entablar un diálogo (una actividad), el nivel de Participación une esta actividad con un objetivo situado en un contexto, por ejemplo, entablar un diálogo para hacer un pedido en un restaurante, para pedir indicaciones sobre cómo llegar a un determinado lugar, expresar opinión sobre un tema puntual, entre otros. La evaluación del nivel de participación toma en cuenta hasta qué punto la persona puede realizar actividades significativas para ella, como hob- bies, deportes o trabajo (Munk & Harrison, 2010). Muchas actividades de la vida diaria se encuentran mediadas en menor o mayor grado por la capacidad de comunicarse de un individuo, desde aquellas enfocadas a la resolución de ne- cesidades básicas (como avisar de un dolor en alguna parte del cuerpo), así como aquellas más complejas (dar un discurso en público), porlo que se puede afirmar que los efectos tan globales de la afasia en la vida cotidiana son consecuencia de la disrupción de la comunicación diaria de quien la padece en relación a quienes lo rodean (Davidson et al ., 2008). Se han documentado cambios en la inclusión social y redes sociales de las PcA y existe evidencia que el número y/o cali- dad de relaciones sociales disminuye luego de la adquisición de este trastorno de lenguaje. Por tanto, los cambios en el len- guaje experimentados por la PcA frecuentemente tienen un impacto repentino y prolongado en sus amistades y un mayor
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