Medidas estatales para prevenir la violencia contra las mujeres en tiempos de COVID-19 : Informe de investigación

Madldas astatala llal lfflllllr la VIOLENCIACO LASMUJERES en lllinP0$'11i COVID-19 culpa, y que requiere de respuestas especialmente diseñadas. Tampoco esta forma de violencia tuvo respuesta respecto de las consecuencias en el ámbito de salud, como en la entrega de anticonceptivos de emergencia o la posibilidad de realizar una interrupción voluntaria del embarazo (Maira, 2020) . La interrupción del embarazo es un tema que desde la adopción de la ley ha tenido una aplicación muy variada a lo largo del territorio, por lo que el acceso no es oportuno y es revictimizante (González, 2020}. Finalmente, en el contexto de la pandemia, tampoco se abordó el problema de la violencia que se produjo en el marco de las protestas sociales, proveniente de agentes del Estado. Es un tema que quedó al margen (Maira, 2020; González, 2020}. Obstáculos multifactoriales El hecho de que las mujeres se encuentren en confinamiento con sus violentadores, sumado al aumento del desempleo, las labores de cuidado y tareas reproductivas, se traducen en que la decisión de denunciar es más compleja que en condiciones normales: hay mayor dependencia, menos acceso a las redes de apoyo y más restricciones de movilidad, por lo que el riesgo ha aumentado (Pérez, 2020; Peña, 2020; Palacios y San Martín). Otros factores que afectan a la violencia son la delincuencia y el tráfico de drogas, lo que para algunas entrevistadas se exacerbó durante la pandemia, poniendo en particular peligro a mujeres que ejercen liderazgos sociales o políticos (Galdames, 2020). Finalmente, la falta de presencialidad acarrea una serie de dificultades a servicios que se benefician de la misma, como las intervenciones psicológicas, también añade dificultades a la evaluación que puede hacer un equipo, a lo que se suma la sobrecarga de trabajo por las condiciones de la pandemia (Figueroa, Vega y Funcionaria SERNAMEG, 2020; Reuca, 2020). •