Sistematización Jornadas sobre Perspectivas de Género en la Educación Superior

2 espacios en los cuales se desarrolla el itinerario de nuestros estudiantes, Considerando espacios para la formación, institucionalización de la perspectiva de género y potencial investigación (Buquet Corleto, 2011). Esta propuesta de actividades busca desarrollar un proceso de diálogo para la incorporación de la perspectiva de género al currículo de pregrado. Y, ¿Por qué es importante tomar acciones? En primera instancia, la educación con perspectiva de género promueve espacios seguros para desarrollarnos como personas y profesionales, lo que puede favorecer ambientes de aprendizajes inclusivos y más significativos para los y las estudiantes, sumado a esto es un mecanismo que promueve la educación como derecho humano y asegura la calidad desde la transversalización de género (Verge, 2020). Además, la formación de calidad en el marco de equidad e inclusión es un compromiso declarado en el modelo educativo de la Universidad de Chile. El modelo educativo es un marco de referencia para “concebir, articular y gestionar la formación” (p.8) y sus principios orientadores son: Formación integral de las personas, pertinencia educativa, equidad e inclusión y calidad educativa. Se entiende por equidad e inclusión la “posibilidad efectiva de acceso y participación de una educación de calidad que promueva el derecho a conocer, investigar, criticar, proponer y participar en la construcción del conocimiento, el desarrollo de la ciudadanía y la formación profesional y personal en un contexto de amplia diversidad” (p.22). La noción de equidad parte del reconocimiento de las desigualdades y supone la atención diferenciada según necesidades y condiciones para lograr el principio de igualdad de oportunidades. Asumir el compromiso por la equidad en la docencia implica reconocer las desigualdades sociales de la comunidad educativa y promover un ambiente diverso y respetuoso, que además es provechoso para el aprendizaje; “la interacción entre estudiantes diversos en el marco de un clima social protegido promueve niveles más complejos de pensamiento y aprendizajes” (Bowman 2010, 2011; Sebastián, 2007, citados en el Modelo Educativo U. de Chile). Por otro lado, la calidad educativa es un desafío cambiante de acuerdo al contexto social, nacional e internacional, “la Universidad de Chile reconoce el particular el valor de la diversidad para sustentar procesos educativos de calidad”, ya que en la diversidad está “el potencial de desafiar las creencias adquiridas, en una etapa crítica del desarrollo personal, produciendo importantes impactos en los ámbitos de aprendizaje, desarrollo cognitivo, pensamiento complejo, participación cívica, responsabilidad social, desarrollo de la democracia y reducción de los prejuicios raciales” (p.25). Por tanto, en nuestro rol docente, y en búsqueda de cumplir con los principios antes mencionados, debemos levantar los consensos y discusiones necesarias para diagnosticar nuestras brechas y proponer de manera colectiva los cambios necesarios en las metodologías docentes, programas y plan de formación.

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