Sistematización de la experiencia "El Rincón de la Mujer Mapuche"

27 En esta postulación, la Universidad aportó principalmente en la fundamentación teórica y el conocimiento de la propuesta inicial de la capacitación. Por su parte, la Fundación llevó a cabo gestiones de diversa índole: su presidenta Angélica Hernández se encargó de la parte legal, de reunir los certificados de personalidad jurídica, y también trabajó en el presupuesto y cotizaciones. Otras integrantes de la Fundación se encargaron de aspectos más operativos, como el plan de actividades, la carta Gantt, gestionar los compromisos de los espacios en los que se iba a ejecutar, etc. Asimismo, se sostuvieron conversaciones con distintas dirigentas y dirigentes para exponerles el proyecto y conseguir cartas de apoyo. Las dirigentas también aportaron ideas y experiencias, comenta Angélica, y en general fue un proyecto de construcción colaborativa en el que “ se puso mucho esfuerzo en que fuera grande, participativo y visible para la comunidad, y creo que lo logramos a través de las mismas dirigentes.” (Angélica Hernández). Cuando aún no estaban los resultados de la primera convocatoria, surgió la posibilidad de postular el mismo proyecto al concurso de extensión universitaria Fondo Valentín Letelier de la Universidad de Chile. Soledad Barría y Daniel Egaña encabezaron dicha postulación, recurriendo a la Fundación Puente Alto Puede Más para la gestión de los compromisos. Sin embargo, aquí se incluyeron más actores, pues los fondos de extensión exigían participación triestamental y un trabajo interfacultades. Es a partir de esta última exigencia que se incorporó a Miguel Castro, que en ese tiempo trabajaba en la Facultad de Economía y Negocios. En términos generales, ambos proyectos eran muy similares, buscando complementar los presupuestos, a fin de poder impactar en un mayor número de personas. Su principal diferenciación fue la redacción del objetivo general de cada proyecto. Aquel presentado al Ministerio de Desarrollo Social planteaba