Sistematización de la experiencia "El Rincón de la Mujer Mapuche"

C. Desde el género: Una reflexión importante de este proyecto surge de la consideración de retribuir monetariamente a las promotoras de salud. Históricamente, las tareas de cuidado que las mujeres realizan -individual, familiar, colectivas- no han sido reconocidas como trabajo pagado. Pero esas tareas “reproductivas” son fundamentales para el desarrollo del llamado trabajo “productivo” -y remunerado- en las sociedades modernas. El pagar a las mujeres que participan de esta iniciativa es considerado por el equipo gestor una cuestión de justicia social, ya que ellas destinan tiempo, conocimientos y acciones al desarrollo de los proyectos. En la misma línea, reconocemos como aprendizaje que, a pesar de generar estrategias de inclusión de más hombres y jóvenes a la formación de Promotores, estas no tuvieron los resultados esperados. Al revisar las decisiones y acciones, reconocemos que los espacios de salud a los que se acudió para la convocatoria del curso eran espacios feminizados, ya que los espacios locales de salud están compuestos principalmente por mujeres. Ello quedó de manifiesto en la segunda convocatoria de este curso, que al ser difundida por redes sociales, logró persuadir a una población más diversa en género y edades. D. Desde la pertinencia cultural: Los logros obtenidos por el proyecto Rincón de la Mujer Mapuche responden a varios factores, pero queremos resaltar uno en particular: la pertinencia cultural de proponer una metodología participativa, ya imbricada en las relaciones horizontales que establecen las mujeres mapuche en su trato. Las promotoras/facilitadoras, Luisa y Marjorie, eran pares naturales de las otras participantes, todas eran mujeres mapuche, con experiencias en común y con

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