El ABC en imágenes de rodilla
Universidad de Chile Ligamento cruzado posterior (LCP) El LCP es el ligamento más grande y fuerte de la rodilla. Es el estabilizador posterior primario, y participa en la resistencia ante una angulación excesiva en varo o valgo, y rotación interna de la tibia sobre el fémur. Está formado por 2 bandas funcionales: anterolateral y posteromedial, envueltas en una cubierta sinovial. Ambas bandas actúan en forma sinérgica y codominante en todo el rango de movimiento de la rodilla. 21 En RM, el LCP normal muestra baja señal homogénea en todas las secuencias, con una suave curvatura posterior en la rodilla en extensión o con un grado mínimo de fexión; si la rodilla está en fexión de más de 10º, el ligamento se tensa y aparenta menor grosor. Los ligamentos meniscofemorales, Humphrey y Wrisberg, se consideran como parte del complejo LCP. Aparecen en más del 80% de las rodillas, estabilizan el cuerno posterior del menisco externo, y se sitúan por delante y detrás del LCP, respectivamente (Figura 18) . Rotura del LCP Su lesión aislada es infrecuente, representando aprox. el 3 % de las lesiones ligamentarias de la rodilla 22 y su mecanismo más característico es la “lesión del tablero” (“dashboard injury”). Habitualmente afecta su tercio medio, y ocurre combinada con lesión de otros ligamentos en el 95% de los casos (60% afectan la esquina posterolateral). 23 En los casos de lesión, su evaluación clínica en etapa aguda puede estar limitada por dolor y resistencia, requiriendo maniobras de exploración pasiva y activa comparadas con la rodilla contralateral. De ahí, la importancia de su exploración mediante imágenes. 85 Figura 18. RM de LCP normal. Ligamento de Humphrey (fecha recta) y ligamento de Wrisberg (fecha curva).
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