Didácticas (in)visibles

P ensar y H acer E ducación S exual | 69 vos que sustentan la construcción filial. Es más, la pérdida de los lazos afectivos y sexuales pueden mermar la auto- estima de las personas privadas de libertad, puesto que se genera en ellos sentimientos de degradación y frustración de su identidad. Situación que a veces se traduce en con- ductas que implican la sodomización voluntaria o forzada de algunos reos (Cooper, 2002). En ese sentido, un punto de vista a considerar es el entregado por Fedelich (2007). La investigadora estudio durante 4 años la sexualidad al interior de una cárcel en Argentina y una de sus conclusiones más significativas en términos de derechos sexuales y reproductivos, fue que los recintos penales deberían brindar espacios idóneos para que las personas privadas de libertad puedan mantener contacto sexual y afectivo con sus parejas del medio libre y así evitar conductas de abuso o vejámenes sexuales que se pueden gestar entre los propios internos. Junto a ello, Fede- lich destacó la sexualidad de los internos como un derecho humano que esta consagrado por las Organización de las Naciones Unidas y que además permite el acceso a otros derechos sociales básicos, como es el caso de la salud, la educación, el ocio, la no discriminación, etc. Por otro lado, este mismo estudio recomienda que todas las cárceles cuenten con planes y programas de educa- ción sexual, puesto que independiente de las condiciones que tengan los internos a la hora de vivir y experimentar su sexualidad, es necesario un programa que los ayude a derribar mitos, ampliar sus conocimientos y a identificar aquellos dispositivos que están afectando su vida sexual al interior del recinto penal. Así lo indica Fedelich (2007):

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