Didácticas (in)visibles
P ensar y H acer E ducación S exual | 67 conductas altamente riesgosas que los exponen a situaciones que amenazan con deteriorar su salud. Entre las creencias y practicas mas preocupantes, destaca el hecho que los estudiantes no usan preservativo masculino y ademas tienen una pésima percepcion de éste a la hora de intimar con sus parejas. Por ejemplo, cuando se les consulta acerca de qué tan seguido usan condones, el 81% de nuestros estudiantes senala no usar nunca condones, situacion que representa un riesgo altisimo dado los altos indices nacionales de VIH y/o VPH. Tan solo un 1% de los estudiantes declaro usar condon siempre (Opazo, 2018, p.09). Por lo tanto, toda vez que se pretenda diseñar e imple- mentar un programa de educación sexual en contextos de encierro, no sólo se debe poner especial atención a las ideas previas y a las potenciales conductas riesgosas que deten- tan los internos, sino que además hay que tener en cuenta los diversos dispositivos intrapenitenciarios que alteran o modifican la forma de vivir y experimentar la sexualidad al interior de una cárcel. Pero ¿Cuáles son aquellos dispositi- vos intrapenitenciarios que modifican o alteran la sexuali- dad de las personas privadas de libertad? Pues bien, todas las personas que ingresan a la cárcel quedan sujetas a una serie de reglamentos que condicionan la forma en la que éstas deben establecer contacto sexual y afectivo con sus parejas del medio libre. En otras palabras, cada recinto carcelario cuenta con protocolos que determi- nan y regulan cuándo, cómo y dónde los internos pueden
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