Didácticas (in)visibles

L a D ignidad es B uen C omienzo | 35 me dijo: “Hola Enrique ¿Cómo estás? y luego le dijo a su compañera: “Él es uno de mis mejores estudiantes”. Este hecho tan simple marcó un antes y después en mí. La dignidad que recuperé en un simple gesto, me hizo creer en mí y me dio fuerzas para imponerme metas en un camino que ya no era el de la delincuencia. Gracias a todos los profesores por guiarme, inspirarme y mostrarme el camino correcto. Gracias por ayudarme a convertirme en lo que soy ahora. Esos pequeños instantes de dignidad, como desviar el camino para saludar a alguien, hacen que uno deje de ser un número y se convierta en una persona. Algunas veces las cosas más simples y pequeñas son las que uno más valora y llenan el corazón. Dedicado a todos los profesores que trabajan en el Liceo de Adultos Herbert Vargas Wallis de la ex–penitenciaría.

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