Desarrollo profesional docente y evaluación formativa en las comunidades educativas de Renca

77 Tomo III de la colección curricular de la Corporación de Educación de Renca DESARROLLO PROFESIONAL DOCENTEY EVALUACIÓN FORMATIVA EN LAS COMUNIDADES EDUCATIVAS DE RENCA Como se puede observar, una característica de la formación continua desplegada con los distintos actores es que pone al centro el desarrollo profesional docente desde las distintas posiciones y lugares de actuación de los y las participantes. Esto la inscribe en la perspectiva del derecho que tienen los y las docentes de participar de una formación continua con sentido profesional, situada en el contexto de su trabajo y orientada hacia sus propios estudiantes. En otras palabras, lo que se hace es “poner en acto” (Ball, 2012) una política p blica, al aplicar en contexto la ley que crea el Sistema de Desarrollo Profesional Docente (Ley 20.903, 2018) y el actual Decreto de promoción, calificación y evaluación (Decreto 67, 2018). En este sentido, el Centro Saberes Docentes ha venido desarrollando un modelo formativo que respeta las trayectorias profesionales de los actores y se propone poner en acto políticas p blicas que enriquezcan el quehacer de los profesores y las profesoras, buscando implementar un modelo formativo que desarrolle las capacidades profesionales. La literatura indica que los y las docentes han sido desde siempre considerados/as “profesionales de oficio”, de gran vocación, en otras palabras, personas que atienden un llamado que los impele a “trabajar con otros y para otros” (Day, 2005; Marcelo, 2008). En los últimos años, este oficio ha enfrentado una tendencia manifiesta hacia la profesionalización (Avalos, 2013, Esteve, 2006,Tenti Fanfani, 206) lo que remite al paso de un oficio “técnico”, en el que se aplican determinados procesos “mecánicos” y que se ejecuta bajo un código ético individual, a la profesionalización, la cual se afirma sobre la autonomía como principio y sobre un acuerdo colectivo de intencionalidades pedagógicas que guían su acción. Por lo tanto, la profesionalización viene de la mano de la consolidación de un cuerpo de saberes compartido que es flexible ante las dinámicas del co- nocimiento global y, por supuesto, situado en las necesidades locales, fundando sus decisiones en su experiencia individual y colectiva. Concebir de esta manera la profesión docente es un desafío para la formación continua que tradicionalmente ha tomado al menos cuatro formas: el aprender “de otros”, con otros, solo o autoforma- ción y aprendizaje informal no planificado (Marcelo, 2002). Siguiendo lo anterior, esta forma de entender la profesión docente, propone distinguirlo de un trabajo individual, m s bien, propone entender la profesión docente que se construye con otros profesionales y se intencional ha- cia otros, que sus estudiantes. Dada esta comprensión, un modelo formativo para docentes en ejercicio, moviliza la transformación de pr cticas pedagógicas, a través de una acción colectiva, promoviendo la innovación situada, no como recetas orientadas a enriquecer los aprendizajes de sus estudiantes. Entonces, un modelo formativo se basa en lo que llamamos comunidades de aprendizaje (Pe a, 2019). Bajo esta conceptualización destacamos el modelo formativo que propone el centro Saberes Docentes como un espacio de comunidades de aprendizaje profesional que, en este caso particular, trabajan sobre contenidos y reflexiones sobre las prácticas de evaluación de aula, contenidos y capacidades que solo se pueden desarrollar bajo un modo de formación que esté orientado hacia el desarrollo profesional de los y las docentes, en una espacio colectivo y participativo. Este modelo parte desde la problematización que se hace en cada escuela sobre cómo se est evaluando y para qué se eval a. Esta situación problematizadora va acompa ada por un proceso de indagación colectiva que per- mite profundizar sobre los enfoques de evaluación pertinentes para las escuelas y liceos de la comuna, seguido de un dise o de criterios de evaluación y escenarios contextualizados en los niveles y asignaturas en que los y las docentes son responsables. Junto con ello, se hace un seguimiento y una evaluación de estos dise os, a partir de lo cual se produce la generación de conocimientos propios a partir de la toma de decisiones profesionales. Este modelo es aplicado bajo seguimiento, evaluación y retroalimentación continua, tal como se observa en la gráfica siguiente que describe el proceso.

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