Desarrollo profesional docente y evaluación formativa en las comunidades educativas de Renca

43 Tomo III de la colección curricular de la Corporación de Educación de Renca DESARROLLO PROFESIONAL DOCENTEY EVALUACIÓN FORMATIVA EN LAS COMUNIDADES EDUCATIVAS DE RENCA Retroalimentación Claves de modelamiento desde la experiencia de Renca La retroalimentación descriptiva debe ser necesaria para el/la estudiante y servir para su mejora, por lo que se debe entregar a tiempo al/la estudiante para que pueda utilizarla. Debe tomar en consideración también los medios y las formas en que se entrega de modo que el/la estudiante esté dispuesto/a utilizarla y sea capaz de hacerlo (Morgan, 2006). Una X en una prueba, un círculo, un ticket, un buen trabajo o un incompleto no entregan rutas de mejora. La propuesta, ya cl sica, de Sadler (1989), resulta muy til para incorporar, en términos muy concretos, la retroalimentación al ciclo de aprendizaje. La retroalimentación, para que sea formativa, debe identificar tres momentos: en primer lugar, el punto de llegada, que corresponde al aprendizaje esperado; luego, la situación en que se encuentra el o la estudiante seg n la evaluación realizada, o sea el punto de partida de todo nuevo esfuerzo; finalmente, la forma de pasar del segundo al primero, las indicaciones precisas que orientarán al/la estudiante para que logre alcanzar el aprendizaje esperado. Identificando estos tres elementos y estableciendo una retroalimentación que los articule, los y las docentes se aseguran de influir en el proceso de ense anza y aprendizaje en una forma en que los y las estudiantes son conscientes de la situación en la que se encuentran. En el marco del acompañamiento lo que se busca es que los y las docentes identifiquen desempeños observables, con distinto nivel de logro y que puedan ser mejorados a partir de la retroalimentación que puede y debe realizar el o la docente. Es decir, la elaboración de retroalimentación debe, por un lado, señalar una referencia específica a los criterios preestablecidos (Stobart, 2010). Con ello se afirma que aquello que no es susceptible de retroalimentar no debería ser evaluado y mucho menos concitar la aten- ción y esfuerzos del docente. De esto trata el Taller de Retroalimentación de Estudiantes (Ver capítulo 5). El ejercicio busca que los y las docentes trabajen sobre evidencias de trabajo de sus estudiantes. Para una misma tarea (en base a un escenario de evaluación dise ado) deben seleccionar un desempe o alto y otro descendido respecto del logro. La primera parte del ejercicio consiste en que, a partir de esas evidencias, los y las docentes determinen qué aspectos son los mejor desarrollados y aquellos que deben mejorarse. El siguiente ejemplo realizado en Renca muestra la lógica del ejercicio. Las docentes trabajaron en función del siguiente criterio de evaluación: Expresar opiniones por medio de la escritura de un texto no literario, tomando en consideración la lectura de un texto y la información explícita, implícita y la relación con alguna experiencia personal que se obtiene de él, con la finalidad de justificar, refutar, defender o contradecir una posición. El profesor de Historia de la Escuela Isabel Le Brun, relata lo significativo que resulta elaborar un proceso de retroalimentación mediante niveles de desempe o cualitativamente elaborados. Nos relata la expe- riencia de unos niveles de desempe o creativos. El “Palo de Pinilla” , Vamos que se puede, ¡bakan!; tienen un impacto muy positivo en los estudiantes: “a las chicas les gustó que la retroalimentación fuera para ella y no para el curso. Fuera para ella y no para el grupo, (...) son cosas que uno tiene miedo de implementar pero después te das cuenta que da resultado en las chiquillas. Se involucran mucho más, entienden mucho mejor, qué deben aprender, cómo y para qué” .

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