Cien propuestas para el país que queremos: diálogos al alero de la Universidad de Chile

48 cien propuestas para el país que queremos neran enfermedades crónicas que abarcan un porcentaje cada vez mayor de la población. En este contexto, de mantenerse la institu- cionalidad de previsión y salud, la urbanización de mala calidad, así como las políticas sociales orientadas por un enfoque de extre- ma focalización, es muy probable que hacia la próxima década se deterioren las condiciones de vida y aumente la morbilidad de gran parte de la población. Las estimaciones del gobierno y de otras entidades no oficiales estiman que para el 2020 la caída del PIB en Chile podría ser entre 5,5% y 6%. Si ello fuera cierto, significa que el PIB per cápita caería entre 6,7% y 7,7%, al nivel que teníamos hace 8 años. El gobierno proyecta una tasa de crecimiento del 5% para el 2021, lo que signi- fica que solo al año 2022 se recupera el PIB que se registró en 2019. Sin embargo, lo más preocupante es la desocupación. La tasa de desempleo potencial está en torno a 28%, sin considerar ocupados que en realidad no trabajan por la Ley de Protección del Empleo, y es evidente que se deteriorará en los próximos meses. ¿Se man- tendrá una tasa de desempleo muy elevada o se recuperará cuando se recupere la economía? La experiencia histórica es que cuando ocurrió la crisis asiática de 1998, la tasa de desempleo subió sobre el 10% y tomó cuatro años bajar de ese nivel, aun cuando la econo- mía creció al 4,5% anual. Una hipótesis razonable es que la elevada tasa de desempleo se mantenga durante varios años, porque las em- presas tendrán que pasar por un período de ajuste de sus balances financieros y es probable que no contraten personal, excepto en al- gunas ramas como servicios comerciales. A todo ello hay que agre- gar los efectos de largo plazo del Covid-19. En definitiva, el punto de partida es muy adverso. Chile tiene una elevada concentración del ingreso, así como una alta disparidad de género en materia de ingresos y poder. Al mismo tiempo, hay una enorme concentración económica. Muchos mer- cados en Chile están en manos de dos o tres empresas y aun cuando se modificó positivamente la legislación sobre colusión, hay nuevas

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