Cien propuestas para el país que queremos: diálogos al alero de la Universidad de Chile
41 democracia y ciudadanía ficientes y a contracorriente de la persistencia centralizadora de un statu quo que ha incluido a buena parte de las élites políticas. 17. La elección popular de gobernadores regionales que deberán actuar junto a delegados regionales, representantes del Presiden- te, no incluyó la transferencia de recursos y competencias reales para los primeros (Montecinos, 2020), lo que genera una dualidad de legitimidades que será difícil de gestionar. Es evidente que esta situación solo puede tener un carácter transitorio y que el Estado debe avanzar en un proceso de transferencia planificada que ase- gure una buena gestión y un proceso democrático transparente en las regiones. 18. De la misma manera, las regiones necesitan mayor autono- mía financiera tanto en la recaudación como en la toma de decisio- nes sobre cómo y dónde invertir. Este es un tema de difícil diseño y más difícil gestión, incluso en los Estados de estructura compleja como los federales, pero es vital para un desarrollo más equitati- vo en la distribución real del poder territorial (Aninat, Irarrázaval, Razmilic y Rodríguez, 2020). 19. La mayor descentralización implica también una mejor dis- tribución del poder a nivel local. Las municipalidades, como en- tes descentralizados territorialmente, han avanzado, pero se man- tienen inequidades insostenibles. Las comunas más acomodadas de Chile cuentan con grandes presupuestos en comparación con comunas pequeñas o rurales, más desfavorecidas. Se debe avanzar también aquí en mayor equidad de recursos. No basta con tener competencias para adoptar decisiones, se requieren también recur- sos económicos y materiales para satisfacer las demandas locales. El gran desafío es que las municipalidades constitucionalmente sean reconocidas como gobiernos locales . Actualmente la Constitu- ción solo las reconoce como administraciones.
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