Cien propuestas para el país que queremos: diálogos al alero de la Universidad de Chile

21 Diagnóstico Si bien en Chile la adhesión a la democracia se mantiene en grados altos, parece haber consenso que está en crisis: se ha debilitado el sentido de pertenencia a una comunidad política, mientras se di- funde la percepción que la democracia es solo un juego de élites privilegiadas encerradas en sí mismas. Se habla de la clase política como si fuera un grupo con intereses propios en el marco de una cultura de privilegios. No es solo una crisis de ciudadanía y repre- sentación; es también una crisis de la distribución del poder y de la capacidad de la democracia para organizarlo e implementar la soberanía popular. Es una crisis que afecta directamente al diseño institucional de nuestra democracia. La percepción de una creciente disparidad en la distribución del poder económico y la incapacidad del sistema para canalizar las demandas ciudadanas han acabado por minar severamente la legitimidad del sistema político. La desconfianza y el rechazo a las instituciones y la escasa valoración de la política se basan en la percepción que estas no resuelven los problemas que afectan a la ciudadanía o que sirven solo a unos pocos. El país enfrenta crisis recurrentes de legitimidad de las instituciones públicas y también privadas, desde el Tribunal Constitucional hasta el sistema de AFP. Se legitiman las demandas contra el sistema y no aquellas dentro del

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