Cien propuestas para el país que queremos: diálogos al alero de la Universidad de Chile

197 salud con los prestadores públicos para dar solución a los problemas de salud de la población. Una nueva salud en una nueva constitución La Constitución actual, que consagra la figura del Estado subsi- diario, no contempla garantías de acceso directo al derecho a una salud de calidad. Se exime al Estado de garantizar efectivamente el acceso a la salud para todas y todos, limitando su rol a velar que las personas no se vean impedidas de acceder a este derecho por medio del proveedor que estimen conveniente. Al focalizarse úni- camente en el derecho a elegir un proveedor de salud, la Constitu- ción no solo refuerza el carácter individual del derecho a la salud, sino que además genera una profunda segmentación del sistema de salud en un sector privado y otro público, cuyo financiamiento se encuentra totalmente desproporcionado en favor del primero. Esto ha derivado en profundas desigualdades en términos de infraes- tructura, tiempos de espera, disponibilidad de especialistas, entre otros factores. Además, sabemos que en la práctica son pocas las personas que realmente pueden elegir su proveedor para dar solución a todos sus problemas de salud, ambulatorios y hospitalarios de distinta com- plejidad. Resulta fundamental unificar el sistema de salud fortale- ciendo la atención primaria y modernizando su administración y gestión. Si bien el tratamiento de ciertas enfermedades está garan- tizado por parte del Estado, Chile todavía está lejos de garantizar el derecho a la salud de manera universal, integral y equitativa. Las instituciones de salud deben asegurar un alto nivel de cali- dad en múltiples factores, como el trato a sus usuarios, la calidad y dedicación del personal, la infraestructura y el espacio físico para la atención digna, en la complejidad de la cartera de servicios, entre otros. Sin embargo, no basta con dar acceso a la salud para mejorar

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=