Cien propuestas para el país que queremos: diálogos al alero de la Universidad de Chile

152 cien propuestas para el país que queremos nueva Constitución de modo que aquello que identificamos como repertorios comunes, articuladores de nuestros lazos sociales y el medioambiente humano que todo nuevo ser requiere para ser ple- namente humano, sea efectivamente el principio fundamental que organiza lo social y permita su reproducción en el tiempo, no su explotación en el tiempo, tal y como asegura hoy la Constitución. La cultura es un bien común y, en tanto tal, un objeto de de- rechos con rango constitucional, pues permite la construcción y mantenimiento de los lazos que ligan a un grupo al comprender la herencia de nuestros antepasados, nuestras prácticas y creacio- nes del presente. Ser culturales es inherente al ser humano pues es nuestra capacidad de construir formas de transmisión de una me- moria para ponerla en común respetando las diferencias al interior de un colectivo. Los bienes comunes, o bienes públicos, son todos aquellos que permiten la existencia material e inmaterial y en igual- dad de condiciones, desde el nacimiento, a todos quienes habitan el territorio llamado Chile. —LOS DERECHOS CULTURALES SON DERECHOS HUMANOS La pregunta por la distribución del poder refiere a quienes harán uso de él, y para ello es esencial e ineludible referirse al territorio, donde coexisten varios pueblos y diversas culturas. La transversalidad de lo expuesto incide en todos los derechos que la nueva Constitución pudiera instituir: humanos, a la salud, a la información y la libertad de expresión, a la educación, al medio- ambiente, a la cultura. Constituirnos y reconstituirnos exige nom- brar y afirmar el derecho a la cultura como un derecho humano y a los derechos culturales como derechos sociales. Derecho a cons- truirse como humanos al ejercer el derecho a la cultura, y derecho a ser un sujeto político con su propia cultura.

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