Cien propuestas para el país que queremos: diálogos al alero de la Universidad de Chile

144 cien propuestas para el país que queremos Uno de los sectores más precarizados laboralmente es el mundo del arte y la cultura, síntoma inequívoco del valor que el Estado y los distintos gobiernos le han asignado al desarrollo cultural. 2 Las distintas asociaciones y sindicatos que reúnen a trabajadores de la cultura de las más diversas disciplinas dan cuenta de esta situación de precariedad que se ha visto fuertemente profundizada por la cri- sis del coronavirus. En las últimas décadas se ha trabajado en la construcción de po- líticas públicas para el campo cultural, siempre disputando la condi- ción de prioritaria o no de la inversión en cultura. Se ha intentado construir una agenda que, asociada a un presupuesto, permita sus- tentar la labor de quienes se dedican al campo creativo en sus más diversos formatos y posicionar las prácticas culturales como un ele- mento relevante de la vida ciudadana. Las iniciativas gubernamen- tales han puesto énfasis en la noción de democratización cultural, pero han fallado en vincular efectivamente a las comunidades con los espacios culturales. Chile quiere más cultura: Desafíos de política cultural 2005-2010 (CNCA, 2005) enfatizó el fomento a la infraestruc- tura cultural y la Política Cultural 2011-2016 (CNCA, 2011) se orientó a los propósitos de apoyar la gestión cultural en las regiones. Bajo este paradigma la institucionalidad cultural se ha convertido muchas veces en generadora de estructuras burocráticas sin recursos para invertir, cuyo presupuesto se distribuye a través de fondos concursa- bles sustentados en lógicas que privilegian lo individual por sobre lo colectivo, a partir de proyectos de corto plazo que someten a los y las artistas a las lógicas de la competencia y la rentabilidad. Es necesario reconocer las experiencias positivas y los aprendi- zajes previos de ese camino recorrido. La construcción del nuevo 2 Según un estudio, de 15 079 personas encuestadas, el 85,1% se definió como trabajador independiente y apenas el 10,7% dijo tener contrato. Del primer gru- po, el 79,4% declaró no contar con un ingreso estable (Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio, 2020).

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