Cien propuestas para el país que queremos: diálogos al alero de la Universidad de Chile

103 modernización del estado siado de la afinidad política con el gobierno de turno, sin conside- raciones relevantes de mérito; no existe un verdadero servicio civil, sino un conjunto de funcionarios públicos que en gran parte no han ingresado por concurso, ni son parte de un verdadero sistema de carrera ni de una trayectoria de desarrollo conocida; los perío- dos de ejercicio de los directivos son muy cortos: un caso extremo de esto es lo que sucede con los directivos del sector salud. 2 En un contexto de un presidencialismo mal regulado, con exce- sivas atribuciones para microgestionar, directa o indirectamente, controlar la Administración e imponer los objetivos de corto plazo en una extensión e intensidad que no se observa en ningún país desarrollado, las funciones propias de la Administración son débi- les. El exceso de discrecionalidad del gobierno en la designación de cargos de exclusiva confianza muchas veces se justifica por la nece- sidad de dar conducción a la implementación de los programas del gobierno de turno; sin embargo, la realidad nos dice que el costo de hacerlo tal como se hace ahora se traduce en instituciones pú- blicas ineficientes y desorientadas. Lo que subyace es simplemente un esfuerzo de control táctico del sistema político. Lo mismo —y peor— ocurre a nivel municipal y en los gobiernos regionales. En resumen, estamos muy lejos de tener un servicio civil en for- ma y una Administración profesional. La literatura apoya esta idea vinculando incluso el crecimiento económico de los países a las ca- racterísticas de un Estado moderno o de servicio civil profesional del sector público (Evans y Rauch, 1999). Necesitamos cambiar este rumbo y dirigirnos hacia las mejores prácticas de un Estado moderno, acorde con los desafíos que nos plantea el siglo XXI. Se trata de construir un Estado basado en un genuino concepto de servicio civil, sustentado en el profesionalis- mo y mérito, y tomando como referentes las tradiciones anglosajo- 2 El promedio histórico en Alta Dirección Pública está en torno a los 2,4 años. El promedio de los últimos años es tres. En el sector privado es de siete años.

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