Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

Pedagogía del movimiento. – 85 a sus experiencias y a los imaginarios que en torno a ellas construyen para deli- mitar sus modos de anclaje en sus vidas, como pertenecientes a un lugar social. Esto quiere decir que lxs jóvenes se definen a sí mismos como pertenecientes a un grupo que habita en un espacio determinado (Merklen, 2010). En efecto, la formación de la identidad colectiva se manifiesta por un fuerte sentido de pertenencia territorial, alimentado por la memoria, que produce y recrea símbolos y rituales de integración (Torres, 2016). La memoria puede ser leída como un marco de acción colectiva, en el sentido de que permite interpre- tar y leer el presente, a la luz del pasado (Delgado, 2011). Relatos de mi abuela, de muy chico, sin darse cuenta, nos contaba sus vivencias… entonces eso es lo bonito de vivir ahí, más allá de saber que fue una toma, que se lo tomó mi abuela, donde vivo yo, entonces es como desde ahí nace el orgullo. (Varón, organización deportiva) Así, el tema del origen, de cómo surgieron las poblaciones que actualmente habitan lxs jóvenes, “constituye una experiencia colectiva altamente significativa desde el punto de vista de la identidad” (Garcés, 2002: 22). En efecto, en los re- latos sobre el origen de su barrio, se puede apreciar que ellxs destacan cómo los abuelos y abuelas pudieron, desde la precariedad de sus vidas, construir viviendas con la infraestructura mínima, sobre la base de un proceso de producción de comunidad. Como lo relata una joven, Llegó mucha gente de distintos lados, de regiones, del campo, gente de acá mis- mo que no tenían casas, tomaron sus terrenos. Y conocí hartos viejitos en la po- bla, y ellos relatan la historia de su construcción igual, como que ellos también se sienten orgullosos de ver la pobla como es. (Mujer, organización carnavalera de mujeres) Los modos comunitarios de habitar la ciudad, como dice Garcés (2002), es otro de los aspectos sustantivos de la identidad pobladora. Por eso, la memoria de estxs jóvenes suele estar referida a aquellos procesos organizativos de antaño, lo que genera un orgullo. En una percepción épica de una época gloriosa, su ba- rrio es visto como el espacio de conquista de un grupo de personas de un lugar no solo en la ciudad, sino que en la sociedad, al calor de experiencias organizativas que se establecen como referentes con los cuales se deben pensar las acciones para hoy. Se subraya que antes existía apoyo mutuo, solidaridad, instancias de so- cialización, ante la necesidad de sobrevivir, lo que se comunica a las nuevas gene-

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