Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]
60 – juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan. volumen 2 de antagonismo que considero constitutiva de las sociedades humanas mientras que entiendo a “la política” como el conjunto de prácticas e instituciones a través de las cuales se crea un determinado orden, organizando la coexistencia humana en el contexto de la conflictividad derivada de lo político” (Mouffe 2007: 16). Es así como también, en sintonía con lo que plantea Retamozo (2009) a par- tir de su análisis de algunos autores clásicos que generan esta distinción (Carl Schmitt, Hannah Arendt, Ernesto Laclau, Chantal Mouffe, Jacques Rancière, Cornelius Castoriadis y Claude Lefort), lo político se vincula al momento de lo instituyente, “como un momento simbólico fundacional, originario, sin un con- tenido prefijado, productor de un acontecimiento social potencialmente abierto y contingente” (Retamozo, 2009: 73), donde se reconoce el “componente sim- bólico de lo político y el carácter irreductiblemente conflictivo de este ámbito” (Retamozo, 2009: 76), mientras que la política está relacionada con una lógica instrumental de la administración de lo instituido, da cuenta de la multiplicidad de prácticas de la política convencional que conocemos. Es así que, como he planteado en otras oportunidades, optar por la categoría participación social para mí tiene el objetivo de dotar de sentido y resignificar también lo social en el entendido de lo político, pues muchas veces la participa- ción es relegada y asumida solamente como política, con las implicaciones tra- dicionales que esto tiene (Palenzuela, 2013: 2018). Tomar esta decisión, en parte muestra la necesidad de ajustar las conceptualizaciones que utilizamos cuando observamos y comprendemos problemáticas juveniles al hacer y decir de las/los propios jóvenes, quienes en mi experiencia empírica, no se identifican con otras formas de enunciación como participación ciudadana por la relación con el Es- tado que tiene; o participación política por la relación con organizaciones, ins- tituciones o espacios formales de participación, que remiten en alguna medida al sistema político. De esta manera, para los fines del presente texto, se entiende participación social de manera amplia, como “forma” de acción colectiva en el terreno de “lo político”. Lo que signifi- ca que no solo estará vinculada a mecanismos y prácticas formales e informales de participación política; sino también a aquellas otras prácticas y maneras de influir, ocupar, producir y trasformar el espacio público —físico y/o virtual—, en temáticas relevantes para las/los sujetos bajo distintos formatos, modos de organización, asociatividad o movimientos; destacando el carácter simbólico y afectivo de las mismas y reconociendo la multiplicidad de códigos e instancias de expresión significadas por sus actuantes (Palenzuela, 2013: 86).
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