Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]
354 – juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan. volumen 2 cios educativos con los jóvenes, buscando visibilidad y también mayor apoyo y perspectiva a este trabajo. Frente a esta expectativa, el proceso de retroalimentación con estas institu- ciones se limitó a reuniones de presentación de hallazgos e intercambio de infor- mes, reflejando un bajo interés en el proceso que se había desarrollado, el cual, pese a todo, había generado mucha más atención que otras sistematizaciones, según los integrantes del Equipo asr que habían participado años anteriores en procesos de sistematización. Sobre la desarticulación entre quienes ocupan cargos de dirección y quie- nes ejecutan e implementan los programas, Óscar Jara plantea que “casi nunca se genera un diálogo fluido entre estas instancias (de dirección y de ejecución), para revisar conjuntamente la marcha del programa o proyecto y, menos, para repensarlo o redefinirlo a partir de lo que sucede en la práctica de cada día” ( Jara, 2015: 119). Frente a esta realidad, la sistematización se erige como un método de vinculación entre ambas instancias, para efectivamente retroalimentar las polí- ticas desde la implementación concreta y las dificultades y potencialidades que ahí emergen. Pese a que la recepción por parte de la institución a los hallazgos de la sis- tematización fue menor a las expectativas que se tenían del proceso, el impacto a nivel político tuvo que ver con la acción y procesos que desplegaron los que participaron desde el equipo asr en la sistematización, sumado a la tensión en torno a su visión sobre los jóvenes. En esa línea, a modo de cierre, retomamos el concepto de desborde reversivo desarrollado por Tomás Villasante, entendiendo que un proceso de desborde tiene que ver con el reconocimiento de los elemen- tos incongruentes o contradictorios del poder o de una institución y la confron- tación que se despliega desde su mismo análisis. En ese sentido, el análisis implica una deconstrucción, asumiendo que el desborde parte del aprendizaje y la posi- bilidad de modificar desde dentro, visibilizando las contradicciones que operan en determinado espacio. Villasante (2006) desarrolla el concepto de desborde para proponer y vi- sibilizar estrategias que generen nuevos conjuntos de acción, nuevas relaciones y posibilidades desde el análisis de las posiciones de los otros, aquellos que son aliados a nuestros objetivos, ajenos u opuestos. Desde este caso planteamos que, dentro de las instituciones, en este caso la cárcel, también se reproducen estas posiciones de quienes están más o menos cercanos a los objetivos que despliega determinado grupo, en donde la sistematización es un aporte para proyectar pro- cesos de desborde y transformación. Reconocemos en la sistematización una estrategia que moviliza a las perso-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=