Juventudes en Chile: miradas de jóvenes que investigan [volumen 2]

Trastrocaciones adultocéntricas y criterios políticos para la igualdad generacional – 31 líticas públicas y discursos autorreferidos como científicos, en un pro- ceso acumulativo de mecanismos que profundizan en las condiciones de discriminación por condición etaria. Estos mismos mecanismos son los que les permiten a los mundos adultos sancionar como desviados o normales —disyunción por polarización y asimetría— las diversas op- ciones y expresiones que niños, niñas y jóvenes despliegan, para de esta manera establecer códigos de conductas para sancionar dichos modos de relación. Relaciones de respeto entre generaciones exigen la disposi- ción, como voluntad de valoración de los aportes que diversos actores pueden hacer en cada espacio social, desde sus distintas posiciones es- tructurales. iii. La conflictividad señalada varía y se actualiza, muta y se renueva, de acuerdo con las transformaciones que en cada época las sociedades y cul- turas han adquirido, así como de acuerdo con los diversos papeles que desempeñan las y los sujetos sociales. Vale decir, los modos de operar de esta trastrocación adultocéntrica han venido mutando en sus mate- rializaciones de acuerdo con cómo las condiciones capitalistas contem- poráneas también lo han hecho. Por ejemplo, la juvenilización, como producción de lo juvenil como ideario a obtener salud, belleza, vigor y deseo, aparece ofrecida a toda la población con capacidad de consumo, lo que reduce lo juvenil a objeto de consumo y en el mismo movimiento excluye de dicha oferta a quienes no poseen esa capacidad de consumo. Nuevas concepciones sobre lo juvenil y sobre las y los jóvenes, como su- jetos con potencialidades y capacidades en tiempo presente, permitirían plantearse la construcción de nuevas relaciones sociales, en las cuales los aportes en tiempo presente de estos sujetos(as) sea motor de colabora- ción en sociedad. iv. El conflicto aludido se produce desde los mundos adultos por la búsque- da de ocupar posiciones de control y prestigio (poder de dominación) en la estructura social, en las relaciones cotidianas, al decidir lo que otros y otras han de hacer, pensar y sentir, sometiéndolos a ello si es necesario. Una de las trabas mayores que implica el cuestionamiento a las trastroca- ciones de la diferencia como desigualdad y la aceptación/respeto como tolerancia, es que la alta exigencia que vimos más arriba exige abandonar las posiciones de dominio para situarse en nuevas relaciones desde otras concepciones, signadas estas por paradigmas solidarios y colaborativos. El ejercicio colaborativo de poder es una alternativa por considerar en la construcción de comunidades democráticas y justas.

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